POR JOSÉ DIONISIO COLINAS LOBATO, CRONISTA OFICIAL DE LA BAÑEZA (LEÓN)
El pasado día 23 de junio en el salón del auditorio del palacio del Conde Luna de la ciudad de León, pudimos asistir a la lección magistral dada por nuestro Ilustrísimo Señor Presidente de la RAECO, Don Antonio Luis Galiano Pérez sobre: “El Obispo Almarcha: Un Oriolano en la Diócesis de León”.
Fue presentado por la profesora de la U.L.E. Doña Margarita Torres Sevilla, Cronista Oficial de la ciudad de León y Concejala de Cultura, Patrimonio y Turismo de la capital leonesa.
Con una graciosa introducción anecdótica sobre el torero Macario, comenzó haciendo una programación de la misma en donde fue esa relación del prelado de don Luis Almarcha entre León y Orihuela. Personaje muy singular y significativo pero muy valorado en ella y prueba de ello, es la cantidad de blasones y calle con su nombre que campean en León.
Dos lugares muy significativos, Orihuela y León que guardan una serie de nexos como son los casos del Obispo Francisco Desprades (1500-1504) nacido en Orihuela y ocupando durante cuatro años la silla episcopal legionense hasta su fallecimiento. Su escudo de tres rosas doradas, sobre fondo dorado aparece en la reja y bajo su retrato de la Colegiata de Orihuela en la capilla de Santa Casilda. En nuestra catedral de León, su escudo campeará sobre su losa sepulcral.
Un segundo nexo que une a estas dos poblaciones, Galiano nos lo explica con el obispo José Flores Osorio, prelado nacido en la población leonesa de Ponferrada, quien se llega a Orihuela para ocupar la silla episcopal (1728-1737).Su escudo campea en el dintel del palacio episcopal, cinco flores de Lis en un cuartel y dos leones pasantes en otro. Desde Orihuela será propuesto para la diócesis de Cuenca, cuyo cargo asumirá un once de mayo de 1738, después de haber dejado la de Orihuela sin dar la bendición en ella.
Pero el más importante será el del doctor don Luis Almarcha Hernández, este Oriolano, quien después de veintiséis años de pontificado, fallecerá en León el 17 de diciembre de 1974, su cuerpo descansa en el suelo de la catedral de León bajo una losa de mármol donde campea su escudo, en cuyos cuarteles destaca en la parte superior “La pesca milagrosa” y en los de abajo los símbolos de las dos ciudades, el león rampante por León y el ave heráldica de oro y las barras de las de Orihuela.
Hará una gran exposición de la tierra de Orihuela, lugar en donde nace el prelado Almarcha, de su río, el Segura, seminario, castillo y aquellos sillares de palacios y bellos jardines, las simbólicas luces de la reconquista en la ciudad desde son lanzadas también el día que es nombrado obispo de León, de suma responsabilidad para llevar el timón de esa carabela de piedra que se encuentra anclada bajo los restos de una civilización romana, lugar desde donde lanzará sus redes y homilías para pescar a esos fieles leoneses de ásperas y duras tierras.
Galiano expondrá a un prelado que dirige instituciones, funda sindicatos obreros, círculos agrícolas y navega en la fundación de finanzas como la Caja Rural de Orihuela. En León, creará institutos episcopales “Juan de Ávila”, centros teológicos, “San Isidoro” secretariados católicos, apostolados litúrgicos y musicales y sobre todo su arte sacro que era su debilidad, lo que le llevará a obtener la “Medalla de San Fernando”. Transportará el sentido de arte de Orihuela a León y ese contacto con grandes maestros de la gubia, como Víctor de los Ríos, (Santa Cena, Descendimiento, etc.), a cuyas cofradías certificaba diciendo: “doy garantía de que es una buena firma y seguro que hará rebaja”; forma parte de Juntas y Hermandades de la Semana Santa Leonesa y miembro de honor de Minerva y Vera Cruz. De las procesiones decía que, debían de ser actos de culto, meditación y con buenas normas cívicas y cristianas.
Considerado un amante de la piedra y esas obras realizadas como la Fundación de la Virgen del Camino, Capilla de santiago, Nuestra Señora la Blanca, Iglesia de San Juan de Regla, colegiata de san Isidoro y su torre románica, iglesias de san Miguel de Escalada, Nuestra Señora de Arbas.
Toda una excelente exposición desarrolló Antonio Luis sobre el prelado Almarcha, donde dejó muy claro la amistad con Miguel Hernández y aquellos Oriolanos que en su vida participaron, Ramón Sije, el abogado José Martínez Arenas o Concha Albornoz.