POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Frecuentemente el profesor y catedrático de Filosofía, oriundo colungués de Goviendes, don Pedro Caravia, solía decirme: «Mire usted, Fidalgo, cuando escriba o hable procure no utilizar esdrújulos; su uso y abuso suele ocultar una gran ignorancia».
Desde entonces, y han pasado muchos años, seguí su consejo al pie de la letra.
Por eso, cuando escribí mi libro «DELICIAS CULINARIAS DE NOMBRE SORPRENDENTE» (Everest,S.A. León 2004) y me encontré con la deliciosa dulcería extremeña, muy típica de Olivenza (Badajoz), llamada TÉCULA MÉCULA, me dije: «¡Dios mío; esto sí que es un esdrújulo de aplauso; hay que estudiarlo!».
Según lo que pude averiguar, parece ser que en Olivenza, la abuela o bisabuela de la actual propietaria de la Confitería CASA FUENTES encontró en un baúl, olvidado en un trastero o desván, una receta muy curiosa con origen posiblemente portugués (Olivenza fue durante muchos años comarca perteneciente a Portugal). Evidentemente, la buena señora, llamada Celestina Martínez Suárez, guardó el secreto de la fórmula y con tal tarta hizo famosos a su establecimiento, a su pueblo y a toda Extremadura.
Yo tengo dos teorías respecto a ese curioso y extraño nombre.
Creo que pueda derivar del griego «theka» (caja) o del latín «tegula» (teja), y del bajo latín «misculare (mezclar).
Así se justifica la realidad de una suave masa muy dulce encerrada o protegida por una envoltura de hojaldre o de pasta quebrada.
Otra hipótesis me lleva a suponer que deriva del verbo latino «colo-ui-cultum» (cultivar), especialmente aplicado a la expresión «aliquem opulenter colere» (tratar a uno de forma extraordinaria y magnífica»).
Y, claro, siguiendo el consejo misericorde «Charitas bene ordinata incipit per semetipsum» (la caridad bien entendida empieza por uno mismo), primero me cuidaré yo que al vecino.
Es decir «Te colo, Me colo»… y, por deformación, Técula-Mécula.
Siempre con significado de Te obsequio-Me obsequio o Te cuido-Me cuido.
Colunga (Asturias) celebra estos días sus fiestas en honor de la Virgen de Loreto.
Como no tiene una dulcería especial para esa festividad, intentaremos hermanarla con la pacense Técula-Mécula. Seguiremos esta fórmula:
Con agua y azúcar se prepara un almíbar a punto de hebra fuerte y se aromatiza con ralladura de limón.
Se reserva.
En un cuenco se mezclan muy bien 300 g de almendra molida con 150 g de mantequilla (o, en su lugar, 200 g de tocino muy fresco y muy picadito).
En un cuenco grande se baten 4 yemas de huevo y dos claras, sumando después la mezcla de almendra y mantequilla y harina (la que se precise para una masa muy suave).
Se agrega el almíbar removiendo bien para que se integre en el conjunto, debiendo resultar una masa espesa, pero muy suave.
Se forran el fondo y las paredes de un molde circular de poca altura con masa de hojaldre o con pasta quebrada (opcional) y se rellena con el preparado anteriormente descrito.
Hornea a 180º C durante unos 20 minutos. Se saca y se baña con un baño blanco elaborado según costumbre, seca y se desmolda.
¡¡FELICES FIESTAS A TODOS LOS COLUNGUESES Y A NUESTROS VISITANTES!!!