POR JOSÉ MARÍA FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)

La tradición cristiana, a falta de documentación escrita, nos dice que María, la madre de Jesús, era hija de Joaquín y Ana.

Joaquín era de Nazaret, hijo de Malat y Estha, ricos agricultores u ganaderos; Ana era natural de Belén, hija de Matán y Emerenciana.

En definitiva, Joaquín y Ana eran los abuelos maternos de Jesús.

¿Por qué ese silencio «informativo» sobre este matrimonio?

Pues, francamente, no lo se; y les confieso que siempre me ha intrigado sobremanera puesto que la devoción a San Ana, en mi concejo asturiano de Colunga data ya del siglo XVI.

La Iglesia de Occidente comenzó a rendir culto a Santa Ana sobre el siglo VI y poco después lo hizo a San Joaquín.

En Colunga -y como les dije- ya en el siglo XVI se veneraba a Santa Ana en una capilla (que aún existe y es la de la fotografía que ilustra nuestro comentario) aneja al Hospital de Peregrinos, destinado a la atención de los romeros a Santiago de Compostela. Precisamente en ese Hospital, desde 1630 (aprox.) hasta su fallecimiento prestó servicios de hospitalero Joseph de Misso, aquel náufrago italiano que fomentó el culto en Colunga a la Virgen de Loreto.

Colunga, desde tiempos muy antiguos, venera a Santa Ana y la festejaba» con romería, foguera y verbenas. Hasta -y así lo cuenta Braulio Vigón- se bailaban bailes y danzas de antiquísima tradición como «la danza prima».

Lo demuestran estos cantares de vieja historia:

¡Válgame el señor San Pedro
y la Virgen Soberana!
Venimos de la foguera
de la señora Santa Ana.
Vengo de la romería
de la señora Santa Ana;
pa regalar a los mozos
llevo cascos de avellana.»

A estos festejos, muy populares en Colunga, se los conocía como LA FIESTA LOS VIEYOS por ser los santos Joaquín y Ana patronos de los abuelos.

Recuerdo, allá en mi niñez-juventud de los años 1945-1955, el baile-verbena que se organizaba en la Plaza del Monumento con música de los «altavoces» EL RISUEÑO, de Isaac Suárez y masiva participación de «los mayores» de la comarca.

¡Ay! Aquellas canciones de Luisa Linares y los Galindo, de Concha Piquer, Antoñita Moreno, Juanita Reina, Marifé de Triana, Pepe Mairena, Lola Flores, Antonio Molina, Juanito Valderrama. Pepe Blanco y Carmen Morell…

Y allí se bailaba «La vaca lechera», «La ovejita lucera», «El camino verde», «la calandria», el «Pénjamo», «Limosna de amores»… ¡Yo qué se!

Son recuerdos de un ayer que creo imposible recuperar.