POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)

Hace unos días leí un artículo firmado por Paquita Ardieta en el que ponía en candelero las ventajas e inconvenientes de las redes sociales y la utilización de los móviles de última generación. Lo releí con atención y, tras una profunda reflexión, coincido en gran parte de su contenido.

Es verdad que nos informan, con rapidez, de multitud de noticias qué, de otra forma, nos pasarían desapercibidas. Sin embargo, en aras de la rapidez informativa, no contrastan los hechos, no todos, claro está y, por consiguiente, quedan mutilados o pierden credibilidad. Muchas veces dan pábulo a los rumores qué, si no se confirman, forman un entramado de irrealidades que confunden a los usuarios.

En espera de que puedan ser controladas dichas informaciones, añoro épocas pasadas en las que, sentados ante el calor de un brasero de leña, cuando regresaba a mi pueblo, de vacaciones, le decía a mis padres y abuelos : contadme cosas del pueblo; sus calles sin asfaltar; los lavaderos públicos; los abrevaderos; las personas endomingadas, el tañido de las campanas; los maestros del pueblo; la creación de nuevas escuelas; los nuevos maestros; el mercadillo callejero de los lunes; el trasiego de los carreteros y arrieros con sus mercancías, en los carros y acémilas; el trabajo denodado de los agricultores, ganaderos y mineros; el funcionamiento de las tandas de riego y las campanas del reloj de la iglesia anunciado el cambio de regante; los ríos; el fútbol; los toros; los bailes del pueblo; la música de viento y de cuerda y un largo etcétera.

También, entrando en temas personales y sociales, preguntarles como fueron sus años mozos: como conocieron a sus parejas; el trabajo y la economía de la familia, los estudios; la sanidad; el índice de mortalidad infantil; los amigos; los compañeros de colegio; vuestra formación escolar: el índice de analfabetismo; como aprendisteis a leer y enumerar; como fue la vida de vuestros antepasados.

Era inevitable no hablar, en la época de los años 1940 y 1950, de como se forjó la contienda civil de 1936 y sus consecuencias. Habladme de los mandatarios políticos del pueblo, de la región y de la nación; de los Reyes y Jefes de Estado; de la O.T.A.N; de la O.N.U.; de la UNESCO, de lo que ocurre en el mundo y muchas otras cosas más cercanas.

Si, papá, además de hacer uso de los adelantos tecnológicos, preciso que me contéis la historia precisa desde vuestro punto de vista. Sí, papá, abuelo: «Contadme vuestra historia».