POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Yo siempre le tuve afición a los nombres compuestos y altisonantes. Me apasionaba leer aquellas esquelas del ABC con apellidos tales como «Álvarez de las Asturias y Bohórquez» y con un listado de títulos nobiliarios que siempre terminaban en un «etc., etc». Algo parecido me sucedía cuando en viaje a Madrid , sin autopistas ni comodidades por el estilo, atravesabas pueblos con nombres muy singulares tales como «Mansilla de las Mulas», «Matallana de Valmadrigal» o, el que más me seducía, en la carretera Adanero-Gijón, MARTÍN MUÑOZ DE LAS POSADAS.
Este pueblo, que sin río dispone de pozos con agua para regadío, tiene historia de buena huerta y de mejor mesa.
Quizá su buena cocina se deba a la influencia que sobre él tuvo el Cardenal Espinosa, en tiempos de Felipe II, natural de esa comarca.
Por cierto, su sepulcro, en alabastro, en la iglesia parroquial de ese pueblo, es obra de Pompeio Leoni y guarda gran parecido con el que ese mismo artista hizo para el Arzobispo Valdés Salas, en Salas (Asturias).
En Martín Muñoz de las Posadas fue donde por primera vez degusté el PUCHERO CASTELLANO DE VIGILIA, un guiso de garbanzos de esos que por Arévalo llaman «de canónigo» y que han de ser gordos, mantecosos y «cocheros», complementado con espinacas, bacalao y huevo duro.
Pasado el tiempo, observé que, según las comarcas y pueblos, tal cocido puede llevar arroz, patatas, alubias blancas redondas… Pero siempre, siempre, estarán presentes los garbanzos, las espinacas y el bacalao.
Y el tiempo siguió pasando («Tempus fugit», decía una inscripción en aquellos grandes relojes de péndulo) y en Oviedo -tiempos aquellos de estudiante-conocí la FIESTA DEL DESARME cuyo plato «estrella» es el GUISO DE GARBANZOS CON ESPINACAS Y BACALAO.
¡Como el plato penitencial de la cocina popular y tradicional castellana!
¿Cómo pasó este guiso a los cuarteles y de estos al pueblo ovetense?
Dejo la respuesta en manos de mi gran amigo ADOLFO CASAPRIMA, que lo sabe todo acerca de Oviedo.
Hoy, con la disculpa de hablar de Martín Muñoz de las Posadas, deseo hacerles partícipes de mi alegría: La Junta Directiva de la COFRADIA DEL DESARME, de Oviedo, presidida por don Miguel Ángel de Dios, me ha nombrado COFRADE DE HONOR de dicha Asociación; nombramiento que comparto con el Dr. Pocovi (catedrático de Bioquímica) y el Sr. Toyos, periodista.
Este nombramiento será oficial en el acto que tendrá lugar en el Aula Magna de la Universidad de Oviedo el próximo 15 de octubre de 2016.
Nuestro final, LA RECETA del guiso:
Los garbanzos, de aspecto arrugaviejado y de culo apanderado, tras un remojo en agua durante 12 horas, se estofan según costumbre siendo conveniente añadir «un cuarto» de gallina vieja, que luego se retira. Aparte, en agua con sal, cuecen las espinacas; se escurren, rehogan con un sofrito de ajo y se suman a los garbanzos. Tras unos hervores se añaden trozos medianos de bacalao, ya desalados, y prosigue la cocción. Se suma un sofrito de ajo y pimentón; siguen los hervores y, finalmente, el guiso reposa.
A la hora de servir se distribuyen por su superficie huevos duros picados.