POR LEOCADIO REDONDO ESPINA, CRONISTA OFICIAL DE NAVA (ASTURIAS)
Los días 17, 18 y 19 de julio se han caracterizado por alcanzar unas temperaturas muy elevadas sobre la media normal en estas fechas. Así por ejemplo, el lunes 18 se registraron 42º en el termómetro de la farmacia de Marta Bárcena Bermúdez, en la calle La Vega, núm. 12, frente a la plaza, y 38º, a la sombra, en el que posee la de Isabel Rodríguez Argüelles, en La Colegiata 21, situado sobre la calle de La Cogolla. Y si las temperaturas han estado muy por encima de lo habitual en estos pagos, lo mismo podemos decir de los fallecimientos, pues un mismo día, el martes 19, nos dejaban cinco personas, vecinas o relacionadas con el concejo, estableciendo un triste record.
El domingo 17 nos dejaba José Luis Vigil Cifuentes, “el lecheru”, de Villamartín Alto. José Luis era muy conocido por haber recogido leche por el concejo, para Lagisa, Nestlé y la Mantequera de Nava de Antonio Ordoñez, en Villabona. Y recuerdo que precisamente él, junto con su esposa, Emma Vigil González, habían sido distinguidos como “Paisanos del Añu” de Nava en las Ferias de Otoño del pasado año.
Y el martes, 19, faltaron todas las personas que siguen. Comenzamos la relación con Pilar Fernández González, vecina de la villa y viuda de “Pucha”. Según nos informa su hijo, José Luis García Fernández “Tato”, su padre, conocido familiarmente por “Pucha”, se llamaba en realidad José Ramón García Alonso, y era natural de La Fontanina (Santu Medero) Bimenes.
Seguimos con María Luisa de la Vega Cueto, 92 años, vecina de Castañera y viuda de Camilo Díaz Puente, el cual, aunque había nacido en Aramil (Siero), era conocido en su tiempo con el apodo de “el Coreanu”. Y continuamos con Benigna Suárez Zapatero, 86 años, vecina de Pruneda, y viuda de Manuel Palacio. En este caso podemos decir que el último de sus hijos, Carlos (los otros dos son Juan José e Isabel) es concejal en la actual corporación naveta.
El siguiente fallecido fue Eugenio López López, 89 años, natural de Sotres (Cabrales) y vecino de la calle de La Colegiata. Y cierra esta triste relación Adolfo Díaz Gutiérrez, fallecido en accidente cuando contaba 38 años de edad. De conocida familia naveta, Adolfo residía en Bimenes, donde estaba casado, recibiendo cristiana sepultura en el camposanto de San Julián.
Que todos ellos descansen en paz. Y dejo una pregunta en el aire, a quién corresponda; ¿no sería posible habilitar una tercera sala auxiliar en el tanatorio local? Porque su necesidad ha vuelto a quedar, de nuevo, demostrada.