POR JUAN FRANCISCO RIVERO DOMÍNGUEZ, CRONISTA OFICIAL DE LAS BROZAS (CÁCERES)
Un domingo de agosto, un grupo de unas 30persoans de Brozas nos hemos reunido en “La Fábrica” para celebrar nuestro 60 cumpleaños. Unos u otros, acompañados por sus respectivas parejas.
Fue un agradable almuerzo en el complejo de La Fábrica, dirigido por el diligente Emeterio y sus hijos. www.complejolafabrica.es, quien nos ofreció un cóctel con ibéricos de la denominación de origen “Dehesa de Extremadura (jamón, lomo, chorizo rojo, salchichón, morcón), degustación de cucharas chinas, un surtido de frituras andaluzas y una tabla de quesos.
El almuerzo consistió en popietas de lenguado rellenas de brandada de langostino, salsa de mariscos y hatillo de verduras, muy bien presentado. Magnífico el sorbete de mojito, tanto que repetí. Me parecía que estaba en la Bodeguita del medio, allá en la habana. Algún día contaré cómo hice abrir este famoso bar antes de la hora prevista.
El segundo fue un buen solomillo de cerdo ibérico relleno de foie de pato con salsa de oporto y pastel de patatas y calabacín. Y para terminar un postre especial de la casa y cava con el que brindamos todo. Muy bueno el aguardiente elaborado por el propio Emeterio, cuyo trabajo lo hace en secreto y que con el tiempo lo pasará a su hijo Álvaro.
El resto del tiempo fue una continua alegría de conversaciones de la niñez, de los buenos tiempos idos, de la buena vida pasada en otras ciudades. Pero Brozas siempre queda en el recuerdo. Nos sentamos los tres “solteros”: María Jesús Coronado y Pedro Salgado, buen amigo desde la infancia quien me mostró una fotografía en la que él aparece de monaguillo y uno, muy chulo con gafas oscuras. Fue el que realizó más fotos y aquí pongo las que me ha enviado recientemente.
Y por allí pasaron otros tantos sesentones. La jornada concluyó con un paseo en carroza de caballo hasta la Plaza Nueva, o plaza de Ovando.
Y como uno tiene dos pueblos, tuvo otra celebración la noche anterior en la pista de baile de Hinojal, donde fuimos unos 18 personas (nueve parejas), me tocó hacer de pareja con un hombre, ¡jo!, claro que el buen amigo Miguel y yo pasábamos de ello. Por allí estaba el alcalde Teófilo, pero le dijimos que esa noche no actuara como alcalde y no nos casara, que lo dejara para otra ocasión que queríamos ser sólo pareja de hecho.
La cena muy buena a base de peladillas asadas, ¡riquísimas!. La cosa terminó a las dos de la mañana, tras un buen tanque de un gintonic de Bombay Saphire.