POR JOSÉ DIONISIO COLINAS LOBATO, CRONISTA OFICIAL DE LA BAÑEZA (LEÓN)
Dentro del casco antiguo de León y, más concretamente en el Café Ekole, dentro de su recoleto patio interior, plagado de verdosa hiedra que tupía sus paredes, tuvimos el jueves pasado la gran suerte de escuchar en directo a dos personas que fuera de nuestras Tierras Bañezanas, van haciendo cultura y patria.
Me estoy refiriendo a la poetisa Concha González y al polifacético cultural y canta-autor Antonio Odón Alonso.
El lugar plagado de espectadores y admiradores, muchos de ellos bañezanos, escuchamos de sus bocas, las notas y versos que componían esos poemas y partituras melodiosas que de las tensadas cuerdas de la guitarra de Toño iban saliendo, haciendo que las palabras de la joven poetisa, inundaran con sus temas, el recoleto patio, con sabor a viejo cafetín de un sentimiento de pensamiento y reflexión de los asistentes.
Pero antes de pasar al interior del patio, habíamos visto colgados de las paredes del austero local, la pictórica obra de Jorge Mato, donde exponía esa geometría artística, surgida de sensaciones de color, dando lugar a ese arte que el llama “geometría del silencio”, desarrollando en sus lienzos esa creación de más de cuarenta años como artista y contemplación de la belleza.
“Ese amanecer tan lento”, recital de canciones y poemas, tan bien llevado y presentado por la poetisa Nuria Viuda García, de la obra y biografía de los artistas bañezanos Concha González y Antonio Odón Alonso; dio lugar al final del acto paso –micrófono abierto- a cuantos artistas y poetas quisieran recitar sus obras o la de otros autores. El momento se fue animando con la participación, algunas de ellas bañezanas, dejando la belleza de los versos entre las hojas verdes de la hiedra cuyas raíces penetraban en la calurosa tarde de verano por las carcomidas paredes de un típico León ancestral y primitivo.