POR ÁNGEL DEL RÍO, CRONISTA OFICIAL DE MADRID Y GETAFE

El frenesí consumista ha vuelto a casa por Navidad. Las prisas, los atascos, las aglomeraciones y demás inconvenientes, los damos por bien empleados cuando en circunstancias como las actuales, el consumo es un barómetro del estado de la economía. El pasado fin de semana fue espectacular en Madrid y en algunos municipios de la región. Por la capital corrían ríos humanos; las calles del centro fueron un hervidero donde la muchedumbre se agolpaba como si estuviera celebrándose en alguna parte un evento histórico. En determinados momentos, hubo que cortar al tráfico la Gran Vía; hasta el Metro no parò en la estación de Sol durante media hora por la gran cantidad de público que se apiñaba en los andenes, mientras en las paradas de los autobuses se forman largas colas de pacientes viajeros.

Dicen que pese a todo, no fue nada para lo que puede ser el próximo fin de semana, posiblemente el de mayor afluencia de público a los centros comerciales, a las zonas decoradas con ornamentos navideños, a los belenes y puestos propios de figuritas. El gran fin de semana del consumo se vivirá en la capital y también en los municipios de la región que tienen grandes equipamientos comerciales. Habrá que incrementar la atención en cuanto a seguridad se refiere, y sobre todo, los medios de transporte público como mejor alternativa de movilidad. Todo sea por la recuperación ostensible, por la vuelta al consumo masivo en Navidad, por la alegraría de comerciantes y hosteleros, porque la nuestra vuelva a ser una Comunidad alegre y confiada.

Fuente: http://gentedigital.es/