Profesor emérito tras más de cuatro décadas dedicadas a la enseñanza, los últimos dieciséis en el IES Valle del Segura, Ángel Ríos Martínez (Blanca ,1951) es cronista oficial de Blanca desde 2002, junto a Govert Westerveld, y ahora acaba de ser designado tesorero de la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales (Raeco). Ha escrito varios libros y pregonado la Navidad, la Semana Santa y las Fiestas de Primavera de su pueblo. Es toda una referencia cultural y social, cofrade de Nuestra Señora Virgen de los Dolores y miembro de la peña huertana La Capaza. Y, por si le faltaran ocupaciones, es vocal de la Agrupación Musical de Blanca y secretario de la Federación de Bandas de Música de la Región. Está casado, es padre de dos hijos y abuelo de tres nietos.
-¿Se esperaba el nombramiento?
-El presidente, Antonio Luis Galiano, me comentó que había pensado en mí para que ocupase el cargo. Me preocupó por si no sería capaz de estar a la altura de la responsabilidad que el cargo conlleva, pero, como me ofreció su apoyo y colaboración, acepté.
-¿Qué significa para usted este nuevo reto profesional?
-Es un reto, pero no profesional. Los cronistas no tenemos sueldo ni somos profesionales, solo apasionados por nuestra historia, folclore… del pasado y dar testimonio del presente. Espero estar en breve al tanto de todos los movimientos de tesorería y dedicar el tiempo que sea preciso para desempeñarlo de manera eficaz.
-¿Son muchos los que pertenecen a la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales? ¿Quién nombra al presidente?
-El número de cronistas que pertenecen a la Raeco está en torno a los 420. No es obligatorio pertenecer a ella, pero sí conveniente ya que te permite estar en muchos foros y al tanto de todo lo que sucede y de las actividades que realiza cualquier cronista a través de los boletines informativos.
-¿De qué se nutre la Raeco?
-Los recursos económicos con los que cuenta la asociación para su funcionamiento son las cuotas de los miembros, las subvenciones que pudiera recibir de entidades públicas y privadas y la venta de publicaciones. Y al presidente lo nombra la Junta Rectora.
-¿Está suficientemente valorado el trabajo de los cronistas oficiales?
-En términos generales, diría que sí, aunque en ocasiones ‘pasan’ de nosotros en algunos temas. Considero que deberíamos ser asesores municipales sea cual sea el color del Ayuntamiento. Y he de reconocer que, en algún consistorio, el cronista tiene un pequeño despacho y colabora en la labor del municipio. Sería interesante que en los presupuestos figurase un apartado para publicaciones de interés local, aunque soy consciente de la mala situación económica actual.
-¿Qué funciones ejerce?
-Son muy diversas, desde procurar que las corporaciones custodien sus archivos, expedientes y demás documentos de interés histórico hasta asesorar a las autoridades y organismos de las administraciones que lo soliciten en cuestiones de historia, arte, heráldica, tradiciones, urbanismo, literatura y ecología, entre otras. También defendemos los valores históricos, paisajísticos y humanos dentro de la esfera de nuestra competencia.
-¿Recibe alguna remuneración el cronista por su trabajo?
-La satisfacción de hacer algo en beneficio de sus vecinos. En honor a la verdad, he de manifestar que algunos cronistas, los menos, reciben alguna pequeña colaboración económica para asistencia a congresos, pero en general les salimos muy económicos a los ayuntamientos.
-¿Tiene algún proyecto en marcha?
-En el último congreso regional de cronistas, que se celebró en Mula, se acordó que el tema sería la historia de las bandas de música de nuestros municipios y el libro, además, contendrá la historia de la Federación de Bandas de Música de la Región, que coordinaré junto a la presidenta. Además, tengo varios frentes abiertos, como la historia de los cincuenta primeros años del siglo XX local o la edición de un vídeo sobre el imafronte de la Catedral. Estará preparado en diciembre y lo presentaré en el Auditorio Víctor Villegas. Ese mismo día, la Federación de Bandas de Música de la Región estrenará una banda sinfónica.
Fuente: http://www.laverdad.es/ – Jesús Yelo