EL ANTIGUO SEMINARIO DE LA CAPITAL ACOGÍA EL 22 Y 23 DE OCTUBRE EL XXXI CONGRESO NACIONAL DE VEXILOLOGÍA, QUE POR PRIMERA VEZ EN SU HISTORIA SE CELEBRA EN SEGOVIA

Antes de que se celebre este encuentro, se puede decir ya que será todo un éxito a la vista del número y la calidad de las comunicaciones presentadas, hasta 18, y la cifra de asistentes, en torno a los sesenta, según han desvelado hoy el tesorero de la Sociedad Española de Vexilología, Tomás Rodríguez, y el secretario del Congreso, el segoviano Rafael Álvarez Rodríguez.

Los organizadores del Congreso han agradecido la colaboración de la Diputación para la celebración del mismo y para organizar la exposición de banderas históricas, así como a otras instituciones como el Ministerio de Defensa, Obispado y Ayuntamiento.

«La Sociedad es una asociación sin ánimo de lucro, totalmente privada, cuya finalidad es promover el estudio de las banderas como estudio científico», ha explicado Tomás Rodríguez. Así, ayuda a los ayuntamientos a diseñar banderas, tal ha sido el caso recientemente de la localidad de Aldeasoña o próximamente de Membibre de la Hoz.

Por su parte, Rafael Álvarez ha apuntado la importancia que las banderas tienen en alguno monumentos de la capital como el Alcázar, la iglesia de Veracruz o la estatua de Juan Bravo.

Los promotores de la cita confían en que la exposición y el Congreso sirvan para influir en los segovianos para que se preocupen más por el estudios de las banderas. En el Congreso se presentará también un libro sobre las banderas de Segovia y se realizará una visita a la Academia de Artillería.

21 banderas

Tras la presentación del congreso, en la que ha estado presente también el coronel Gerardo López, del Instituto de Historia Militar, el presidente de la Diputación, Francisco Vázquez, y el coronel director de la Academia de Artillería, Javier Alonso Bermejo, han inaugurado la exposición sobre las Banderas Históricas de España.

Junto a ellos los organizadores del congreso, una amplia representación de la corporación provincial, la subdelegada del Gobierno Pilar Sanz, los senadores Paloma Sanz y Juan Ramón Represa, la parlamentaria regional Maríaa Ángeles García, y un grupo de alumnos de Primero de Derecho de la UVA.

Las 21 banderas que permanecerán expuestas en el Patio de Columnas de la Diputación hasta el viernes 21 de octubre, de lunes a viernes en horario de 9.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas, son propiedad del Instituto de Historia Militar, organismo encargado de difundir la historia y cultura militar.

Entre las banderas expuestas las hay de España, pero también de los reinos de España, y se confeccionaron en 2013 por el Parque Material de Intendencia para adornar el salón de actos del Instituto.

La muestra pretende ser un homenaje a todos los que han seguido a estas banderas a lo largo de los tiempos. Las banderas expuestas se pueden dividir en cuatro periodos: los reinos medievales; los Reyes Católicos y los Austrias; los Borbones; y el último periodo desde Carlos III hasta la actualidad.

Dejando a un lado los vexiolides romanos y godos, la muestra arranca en la Edad Media donde la heráldica tenía gran importancia y los escudos se llevaron poco a poco a las banderas. En las banderas de los Reyes Católicos y Austrias, predominan los estandartes, la cruz de Borgoña y las banderas de los tercios. Ya de la época de los Borbones, se muestran banderas reales, banderas coroneles y banderas sencillas.

Y en el último periodo desde Carlos III es cuando aparece la bandera bicolor que tenemos hoy, y que surgió en el mar ante la dificultad de distinguir las banderas blancas,. El monarca convocó un concurso que dio lugar a la nueva bandera en 1785, que de los barcos pasó a los puertos y a las fortificaciones, y posteriormente a las fuerzas terrestres.

En la guerra de la independencia ya hubo algunas milicias que utilizaron como propia la rojo y gualda, pero fue la reina Isabel II la que la impuso como bandera única en 1843.

La bandera en la actualidad está recogida en el artículo 4 de la Constitución y el escudo fue definido en un real decreto de 1981.