POR JOSÉ ANTONIO RAMOS RUBIO, CRONISTA OFICIAL DE TRUJILLO (CÁCERES)
La celebración de la Fiesta Pascual en torno al cordero y, por ende, la celebración de la ya famosa fiesta del «Chíviri» en Trujillo ha seguido una curiosa trayectoria. Sus orígenes de encuentran en el Sábado de Gloria, que durante el siglo XIX se celebraba en la plaza mayor y era la fiesta grande de la Pascua.
Al igual que en las otras poblaciones se celebraba en primavera y siguiendo el Exodo,12:3-7: “…Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia…, (Verso 5), …ese cordero será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras. Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes. Y tomarán de la sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer”.
Trujillo, ciudad de tradición agropecuaria y comercial, heredó en la actual Plaza Mayor la tradición de llevar engalanados los corderos al espacio placero. Ese lugar en el cual se celebraba en la Edad Media el mercado de ganados, mucho antes que comenzara la expansión urbanística en torno y a lo largo y ancho del mismo hacia el llano.
Desde el siglo XIX (según la tradición y fotografías existentes) el Sábado de Gloria era la fiesta mayor de la celebración de la Semana Santa en Trujillo. Los niños acudían a la Plaza Mayor ataviados como pastores, acompañados de sus corderos que eran vendidos en la Plaza, para comerlos en el frite el día siguiente, Domingo de Resurrección, en el campo.
La evolución en el tiempo hizo del Domingo de Resurrección fuese la gran fiesta de la Pascua en Trujillo. Por tanto, la ceremonia de la Resurrección se anticipaba a la mañana del Sábado de Gloria, pero con el Decreto del año 1952 se anuló este día para el festejo (recordemos la chispa trujillana en la canción “el Sábado de Gloria don Mariano lo ha quitado…..”).
Las celebraciones eucarísticas vespertinas son muy recientes, por eso, la alegría pascual debía celebrarse antes de la tarde, y se podía repetir el domingo. Los niños ya no acuden con sus corderos a la Plaza Mayor ni se comercia ahí con el ganado, pero la alegría desbordante ha realzado la celebración que, simplemente, ha modificado sus formas.
“El Chíviri”, que es el nombre del baile que sin cesar bailan los trujillanos y los visitantes en la Plaza Mayor de Trujillo durante todo el día, ha dado nombre a la fiesta.
Ataviados al modo tradicional, hombres, mujeres y niños, bailan y saltan al son del estribillo y cantan los versos que escribió el poeta Gregorio Rubio “Goro” con música del grupo “Claveles de Sangre” para la fiesta: Ay! Chíviri Chíviri, ¡Ay! Chíviri Chíviri Chon.
La gran acogida que se dispensa por parte de la población a los numerosos visitantes que acuden a la fiesta, dada la fama alcanzada por la misma, ha hecho necesario ir adaptando el día a las exigencias del turismo.
Junto con esa explosión popular de alegría que es el Chíviri, alegría manifestada tradicionalmente por la finalización del período de Cuaresma en el Sábado de Gloria, Domingo de Resurrección y Lunes de Pascua, para dar acogida a esa desbordante manifestación festiva, las autoridades municipales desde hace tiempo vienen organizando festivales folklóricos en la Plaza Mayor de la ciudad con participación de diversos grupos, tanto de la región como de otros puntos del territorio nacional. Han tenido tanto arraigo estos festivales que se organizan ya como si formaran parte de la esencia del “Chíviri”.
Durante la tarde del Domingo de Resurrección y en un lugar habilitado al efecto, al aire libre en la plaza mayor, se celebran estos festivales con participación ciudadana multitudinaria dado su carácter de libre acceso a todos cuantos quieran presenciarlos.
Pero lo que realmente llena el día es el saltar y bailar constante de la población, cogidos de la mano en la Plaza Mayor, al son de canciones populares que hacen referencia siempre a las bellezas de la ciudad, a su entorno y a sus habitantes.
El pañuelo rojo al cuello de los hombres y el refajo picado de las mujeres. Preciosos trabajos de orfebrería en los aderezos con primorosas labores en los delantales, en las medias, en los zapatos, llenan de color la Plaza Mayor.
El lunes de Pascua es el día dedicado a la romería en el campo. Es el día después de la gran fiesta en la ciudad, cuando todos salen al campo a descansar y a comer el cordero pascual en un exquisito frite, plato típico de la localidad.
Desde primeras horas de la mañana, grupos de amigos salen al campo provisto de comida para pasar el día y no será hasta bien entrada la tarde, cuando decidan volver a la ciudad. No es extraño oír en el campo los sones del “Chíviri” y esperar al año siguiente para pasarlo aún mejor.
El 30 de septiembre de 1986, en Pleno del Ayuntamiento, se adoptó el acuerdo de solicitar a la Junta de Extremadura la declaración de la misma como Fiesta de Interés Turístico Regional.
La Consejería de Turismo, Transportes y Comunicaciones, por Decreto de 13 de junio de 1989, concedió la declaración de Fiesta de Interés Turístico.
JUSTIFICACIÓN HISTÓRICA
La pascua es la fiesta principal y más antigua de los cristianos. Es el corazón del año litúrgico. León I la llamó la fiesta mayor (festum festorum), y dijo que la Navidad se celebra en preparación para la Pascua (Sermón XVII, en Exodum).
La pascua conmemora la Resurrección del Cordero Inmolado: Jesucristo. Manifiesta la victoria ganada en la Cruz por Jesús sobre el demonio. La fecha de la pascua es variable. La razón es la conexión entre la pascua judía y la cristiana. La Iglesia determina la fecha de la pascua cada año según el calendario judío que es diferente al nuestro. El calendario judío es lunar (tiene 354 días y se basa en las fases de la luna) mientras que el nuestro es solar. Cada cuatro años los judíos intercalan un mes a su calendario, no según un método definido sino arbitrariamente por orden del Sanedrín.
Los judíos comen el cordero pascual la víspera del 15 de Nisan, o sea el 14 por la noche. (Nisan es el primer mes del calendario judío). Jesús celebró la pascua (la última cena) según la costumbre judía la víspera de la Pascua, o sea, el 14 de Nisan. Murió en la cruz el 15 de Nisan y resucitó el 17 de Nisan. Resulta que en aquel año el 15 de Nisan cayó en viernes y por lo tanto el 17 de Nisan cayó en domingo (que en aquella época no se llamaba “domingo”).
La diferencia entre los calendarios (judío y romano) dio lugar a numerosas controversias sobre la fecha para la celebración de la pascua. Los judíos cristianos continuaron usando el calendario judío para la pascua.
Celebraban la pasión el 15 de Nisan y la pascua de resurrección el 17 de Nisan (fuese o no domingo ese año). En el resto del imperio, sin embargo, se tomó en consideración que Jesús históricamente resucitó el domingo. Celebraban basado en el domingo, fuese o no ese año el 15 de Nisan. Además, todos los domingos se celebra a la fiesta de la Resurrección.
No todos los cristianos celebraban el mismo día la pascua. Ya desde el siglo III se consideraba que, según el calendario romano, Jesús murió el 25 de marzo y resucitó el 27 (Computus Pseudocyprianus, ed. Lersch, Chronologie, II, 61). Algunos obispos celebraban la pascua según esas fechas fijas. La Iglesia Romana, basada en la autoridad de San Pedro y San Pablo, celebraba la Pascua el primer domingo después de la primera luna llena después del equinoccio de primavera. Este domingo siempre cae entre el 22 de Marzo y el 25 de Abril.
El Primer Concilio de Nicea (325) decretó que la práctica romana para determinar el domingo de Pascua debe observarse en toda la Iglesia.