POR JOSÉ ORTIZ GARCÍA, CRONISTA OFICIAL DE MONTORO (CÓRDOBA)
La calle Coracha debe su nombre a una torre de defensa que existía en la misma y que se desmontó en torno a 1732 para realizar la mejora y reconstrucción de la iglesia de Santiago. Esta torre tenía una particularidad: Se alejaba del muro principal a través de arcos (Estilo Torre Malmuerta de Córdoba) para bien combatir desde un ángulo fuera del recinto amurallado, o bien para conseguir víveres en caso de escaramuzas (Agua del Guadalquivir).
Desde que se creó la Semana Santa con imágenes de Pasión, esta vía ha acogido a miles de penitentes cuyos halos quedan en el sabor propio del urbanismo montoreño, siendo este rincón uno de los más pintorescos por el dintel misterioso, el cual esta inacabado probablemente porque la muerte del que mandó su realización y talla muriese antes de su conclusión. En el mismo se pueden ver cuatro cuadrados pequeños que eran los destinados a colocar la fecha tallada.