POR JOSÉ ORTIZ GARCÍA, CRONISTA OFICIAL DE MONTORO (CÓRDOBA)
Esta calle debe su nombre a un arroyo que por el mismo discurría que todos los vecinos conocían como Mingo Lara. Criado Hoyo nos indica que el nombre le proviene de un conquistador del siglo XIII que llegó junto con las tropas de Fernando III «El Santo» en 1238 o 1241, pero lo cierto es que en esa época se le llamaba barrio del Arrabal por existir en esta zona una población importante fuera de los muros de la villa, los cuales acababan en el Portichuelo o ermita de San Jacinto.
En este arroyo se estuvo buscando oro con bateas hasta fines del siglo XVIII momento en el cual, D. Juan Antonio del Peral, nos informa que hacía ya tiempo que no aparecía ninguna pepita de oro viejo.
En referencia con la existencia de esta cruz de piedra, diremos que incluso en las actuales trincas de Nuestro Padre Jesús Nazareno el paso por la parte baja de la calle Antonio Enríquez Gómez (Calle Córdoba) se le conoce como Cruz de la Raba, haciendo reminiscencia a la Cruz que bendecía este barrio.
Esta casa se derribó para darle mayor salida a las aguas además de evitar que algunos coches o motos se metiesen por accidente dentro del caño que vemos en esta imagen.
Desde aquí se inicia hoy la Ronda Manuel Terrín Benavides, uno de los poetas más conocidos y mayor galardonado a nivel nacional.