POR JOSÉ ORTIZ GARCÍA, CRONISTA OFICIAL DE MONTORO (CÓRDOBA)
Desde la antigüedad más remota, el trasiego de ganado para las labores del campo era un continuo ir y venir de trajinantes y mercaderes de animales de carga.
Para ello en Montoro existían dos épocas claves que nos aparecen en los documentos tanto de Archivo Municipal como de protocolos Notariales, que nos hablan de dos fechas diferentes para realizar este proceso. El primero de ellos en Abril coincidiendo con la festividad de Nuestra Señora de la Fuensanta.
El otro momento de venta era en octubre, coincidiendo con la festividad de Nuestra Señora del Rosario, patrona de Montoro desde 1756.
El Real de la Feria se estableció en este lugar llamado de la Cruz Chiquita para evitar que las caballerías estuviesen en los altozanos de la calle Duques, Cerrillo y Feria (nombre que le daba esta concentración caballar).
A fines del XIX, el Concejo montoreño lo establece en este lugar, ambientándolo tiempo después con lugares de regocijo, cesión de terrenos para casetas que en un principio se disponían en el centro (montándose y desmontándose cada vez que hacían falta), lugar de orquesta y arcos de luz como los que se ven en la imagen fechada en 1925.
Como cambia la imagen con el tiempo para todos y para todo.