POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Los poetas y los cursis alcanzamos nuestro apogeo cuando la Luna llena alcanza su perigeo, el punto más cercano a la Tierra, y además, puesto que en esas órbitas hay variaciones de distancia, estos días se halla en el punto más próximo, nos roza, algo que no ocurría desde 1948. Tenemos la Luna a 356.512 kilómetros, los mismos que le metí a mi Renault-Scenic en 16 años; de haber salido a comienzos de siglo, a estas alturas alunizaría allá, lejos de la persecución implacable y recaudatoria de la Guardia Civil. Bajo aquella Luna de 1948, Cela publicó “Viaje a la Alcarria”, se estrenó en Nueva York el musical “Kiss me, Kate”, de Cole Porter, fallecieron, Lumière y Griffith, por falta de luz, y el Nobel se adjudicó a un poeta: T. S. Eliot. ¿Qué podrá inspirarnos hoy a los poetas y a los cursis ocasión tan propicia? Nada nuevo, que rotamos, que, como dijo Eliot, en nuestro final está nuestro principio.
Fuente: http://www.lne.es/