POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)
La ganadería, desde tiempo inmemorial, ha sido una de las fuentes de riqueza de los humanos. Desde la época de la población ibérica, pasando por la romana, árabe, moderna y actual, la agricultura y ganadería eran, prácticamente, las únicas fuentes de riqueza de los aldeanos y vecinos de estas tierras murcianas.
Ha pasado el tiempo y se ha comprobado que, para que haya un buen ganado; se precisa un ganadero experto, que sepa el cuido específico, en cada momento. la selección de la raza, tanto de hembras como de machos, saber la época ideal para sus preñados, cual es el macho idóneo para cada hembra, atención en los partos, crianza, destete, producción de leche para consumo humano; y vuelta a empezar los ciclos. Así, hasta que ese animal, ya viejo e improductivo, sea sacrificado para el consumo humano: si es que no se muere antes.
El periódico ‘La Verdad de Murcia’ del día 25 de marzo de 1988, se hacía eco de que en nuestra localidad teníamos unos cabreros ejemplares, que han dado que hablar; mucho y bueno, por toda la comarca. La noticia la recoge de la siguiente manera:
José Cascales Ramírez es el dueño de una cabra, de raza murciana, llamada “pequeña”, que en cuatro partos ha tenido quince crías, todas vivas, cuando lo normal es que en cada parto tuviera dos.”Pequeña” alumbró, en el primero y segundo parto, tres crías en cada uno; en el tercero, cuatro y en el último, cinco. Tanto “la pequeña” como su cabrero, son gratamente elogiados en la comarca.