POR LANDELINO FRANCO, CRONISTA OFICIAL DE VILLAMONTAN DE LA VALDUERNA (LEÓN)
(ACAVI) de Villamontán de la Valduerna rindió un merecido homenaje a Ernesto Loewinsohn Robles, el pasado sábado 13 en el salón de actos del Ayuntamiento de Villamontán la Valduerna (León).
Fue su esposa, Elena Moreno, quien, acompañada por sus hermanos Yolanda y Carlos, representa a su difunto esposo Ernesto.
El Presidente de ACAVI, José Luis Cabero, presentó ante un numeroso público las motivaciones que justificaban el homenaje a Ernesto, miembro destacado de la asociación cultural, por su labor de magisterio e investigación de campo, acompañando a grupos de la asociación por la Vía-17 a tramos, entre Villamontán, La ribera del Eria y la Valdería.
En Loewinsohn se cumple aquello de hacer pero no contar las hazañas, en este caso referidas al campo de las calzadas romanas, y en concreto a fijar la A-17, Vía de Antonino Pío, de Astorga a Braga.
El secretario de ACAVI, a su vez, hizo un sucinto recorrido de fechas y estudios, así como de las escasas publicaciones localizadas.
Ernesto nace en Filipinas el 10 de Marzo de 1926 y fallece en Villajoyosa (Alicante) el 11 de agosto del 2013. En Filipinas cursa la licenciatura de Ingeniero de Caminos y después se instala en España trabajando unos años en Madrid. En 1956 contrae matrimonio en Astorga con Elena Moreno.
Posteriormente se traslada a EE.UU. donde cursa el Master en su especialidad y consigue la nacionalidad americana, como profesor universitario, reside en EE.UU. hasta el año 1961, cuando regresa el matrimonio para Astorga.
Es entonces cuando se dedica plenamente a documentarse, explorar y fijar restos encubiertos o perdidos de las calzadas y los asentamientos romanos, como la Vía de la Plata, la Vía 17, los castros y campamentos romanos.
Algunas de sus publicaciones son: Una calzada y dos campamentos; La Vía de la plata desde el río Esla a Asturica Augusta; Ciudades del oeste plenamente identificadas; La Vía de la plata en sus extremos septentrionales; La Vía 17 y su enigma; Calzadas romanas entre Ocelo Duri (Ciudad de Zamora) y Asturica Augusta; y en el próximo septiembre saldrá su obra póstuma en colaboración con José Luis Estévez.
Se distinguía Ernesto Loewinshon por su innata sencillez y elegancia. Escribió muy poco de lo mucho que sabía. Gozaba compartiendo desinteresadamente sus muchos conocimientos, experiencias, apuntes y documentos.
Hombre positivo, de paz y bien, de fe profunda y vivencias, creía en el ser humano y en el valor de la naturaleza. A sus expensas descubrió y fijó definitivamente hallazgos arqueológicos de capital importancia.
Terminó el homenaje con la imposición a título póstumo de la Medalla de ACAVI y entrega del diploma de honor a Elena Moreno, quien representaba a su esposo.
A este primer homenaje seguro que seguirán otros en ciudades como Astorga y a niveles autonómico y nacional.
Finalmente el Ayuntamiento de Villamontán ofreció a los asistentes un vino español.