POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN)

El llamado Camino Viejo o barrio de la Magdalena comenzaría a gestarse en las primeras décadas del siglo XX. La llegada de vecinos de la zona de la Sierra de Segura, expropiaciones para construir el Pantano del Tranco, Bardazoso,… la construcción de viviendas económicas, zonas de terrenos pendientes de urbanizar, la gestión del Patronato José Luis Sánchez Bueno, motivaron que el incipiente barrio, fuese llenándose de viviendas y vecinos, como lugar de ensanche de la localidad.

Entre las primeras necesidades que pidieron a la corporación local destacamos, la colocación de bombillas en las calles, un repartidor del correo y la construcción de una fuente. Lógicamente el agua no llegaba aún a las viviendas por lo que todos los vecinos tenían que por medio de cántaros, llenarlos en las distintas fuentes de la localidad.

Los vecinos, en el verano de 1933 se ponen en contacto con Francisco Fernández Moreno para que manifieste las condiciones en que cedería la fuente de su propiedad en el lugar llamado de Martíncano. Una vez realizadas las gestiones oportunas analizan las aguas que reúnen condiciones de potabilidad. La solidaridad de todos los vecinos superó los obstáculos económicos, cada uno aportó cinco pesetas y se comprometió a abrir la zanja de acometida, entre cinco y diez metros según la clase de tierra.

El marmolillo de piedra fue realizado por el maestro de cincel para trabajar la piedra, Juan Linares que cobró por su trabajo cuatrocientas pesetas. El importe total fue de unas cinco mil pesetas aproximadamente. Con el dinero recaudado por los vecinos se le pagó a la viuda de D. Manuel Fernández Ruiz, el solar en donde se ubicó la fuente.

Su inauguración supuso un acontecimiento inolvidable en la vida del barrio y también de la localidad. Se aprobó que en su inauguración la fuente se llamase, Ramón y Cajal. Participaron el alcalde de la localidad, D. Gabriel Tera Bueno y los Diputados Nacionales Sres. Palanca Bueno y Blanco Rodríguez.

La Banda de Música de Iznatoraf fue la encargada de amenizar el acto; las palabras de rigor pronunciadas por el alcalde y autoridades en la inauguración, y el estruendo de los numerosos cohetes, hasta cinco docenas, que se lanzaron en señal de júbilo, convirtieron la fuente en un día festivo para el vecindario y barrio.

La Corporación local en un escrito posterior agradeció la asistencia de los Diputados, a la inauguración.

Como en otras fuentes se realizó un proyecto para construir un lavadero público en dicho barrio, con el agua sobrante. Un pilar servía para que los numerosos animales de labor, pudiesen abrevar en el lugar.

En la plazoleta de la fuente el año 1953 se ubicó en una hornacina la Virgen de Fátima, costeada entre todos los vecinos. Poco queda de aquella capilla que pudo estar ubicada en este barrio llamada de La Magdalena y de la que tenemos noticias desde el año 1700, que dio también su primitivo nombre a este barrio.

Esta fuente ha sido la última en la que se han seguido llenando vasijas para beber de su agua con gran calidad. En escasos periodos, se ha visto afectada por la sequía.

Dentro de un proyecto para la recuperación y adecuación de las fuentes públicas de la localidad, durante el último semestre de 2014, en este lugar se consideró conveniente, mantener la fuente original de 1935 y complementar el espacio de la plazoleta que hay ante la hornacina de la Virgen de Fátima. Se ha construido una pequeña fuente de surtidores cruzados, adecuando el espacio y la iluminación.

Por último se han realizado obras en el nacimiento del agua en Martíncano, para mantener un caudal adecuado.

Fuente del Camino Viejo, de la Virgen de Fátima, por la hornacina colocada en su plazoleta, que no cesen tus caños de manar, y esta fidelidad y antigüedad, llegue a ser centenaria.