POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Más radical que Asensi en su charla en esta casa acerca de la enfermedad y el arte de pintarla, y a propósito de los nacimientos, traigo el cuadro expuesto en el Bellas Artes, “Retrato yacente de Don Luis, Príncipe de Asturias” (1850), de Dionisio Fierros, copiado del natural, iba a decir del doliente modelo pero la muerte una vez declarada ya no duele. Creo, no obstante, que Luis, el primer hijo de Isabel II, nació muerto el año 1849, y que este retrato se refiere al segundo, Fernando Francisco, que falleció cinco minutos después de nacer. Tres días, vestidito de batista y guarnecido de encaje, posó sin respirar en el Palacio Real y allá fue Dionisio Fierros con su paleta a pintar al yerto. Contemplo el óleo del nunca tan Serenísimo y tengo la impresión de que el pincel del asturiano de Ballota, su beso de bigotes, no despertó al Príncipe azul, pero eternizó su sueño.
Fuente: http://www.lne.es/