POR PATRICIO MARÍN ANIORTE, CRONISTA OFICIAL DE COX (ALICANTE)
La mayoría de pueblos disponen de un gentilicio que les reconoce como vecinos de los mismos. Algunos son fáciles de asignar, y otros lo han tenido más complicado, como la Villa de Cox. Su reducida grafía, pues solo tiene tres letras ha dificultado la asignación de un gentilicio acorde con este nombre. El abandono o la desidia y falta de interés por esta cuestión favoreció que a sus vecinos se les llamara con epítetos incorrectos. En efecto, los vecinos de Callosa de Segura nos han llamado “Coveros” o “Coberos” que induce a pensar que los de Cox viven en cuevas o quizás adulan y dan coba. Los habitantes de Granja de Rocamora nos señalan como “Cojeros” asignación ésta más acertada, pues el diccionario de Casares así lo reconoce. Sin embargo, el vocablo “Cojero” al cambiar a género femenino quedaría como “Cojera”, lo cual tampoco es deseable por su dualidad de significados, y esta es quizá una de las causas, sino la principal, del rechazo general y de que desde cualquier tribuna pública se nos haya llamado siempre “Hijos de Cox” a secas.
Sobre este tema D. Rafael Moñino Pérez, Presidente del Centro de Documentación, Investigación y Estudios Cojenses, ha dedicado más de 30 años a la búsqueda y propuesta de un gentilicio adecuado al pueblo de Cox consultando bibliografía y recabando información a personalidades doctas en filología, como resultado de lo cual, tras un periodo de información pública se ha escogido, y aprobado por el Ayuntamiento, el gentilicio Cojense como oficial para los naturales de Cox.