EL CRONISTA OFICIAL, SALVADOR CALVO, HA DESTACADO QUE EL ORIGEN DE ESTA FIESTA SE SITÚA EN EL SIGLO II DESPUÉS DE CRISTO, LO QUE LE DA UN VALOR «INCALCULABLE», ADEMÁS DE QUE ENLAZA CON UNA TRADICIÓN MEDITERRÁNEA EN LA QUE SE TENDÍA A DISFRAZARSE DE BESTIAS
El Ayuntamiento de Acehúche (Cáceres) trabaja para que la fiesta de Las Carantoñas, que se celebra en honor a San Sebastián y ya con casi dos mil años de antigüedad, sea declarada de Interés Turístico Nacional, ha dicho hoy la alcaldesa, Obdulia Hueso.
Más de medio centenar de Carantoñas, hombres ataviados con pieles de animales y una máscara en la cara con pimientos, orejas y colmillos de animal, saldrán los próximos días 19 y 20 por las calles del municipio en un año en el que se cumplen 30 desde que fuera declarada Fiesta de Interés Turístico Regional.
Hueso cree que ya es el momento de dar otro paso mas y que «la fiesta sea conocida en toda España».
Para esto desde el pasado mes de septiembre se trabaja en el expediente administrativo en el que han plasmado «la antigüedad, el arraigo popular y la originalidad de la fiesta».
Les queda acreditar la difusión del festejo en medios nacionales, ha añadido.
Por su parte, el cronista oficial de Acehúche, Salvador Calvo, ha destacado que el origen de esta fiesta se sitúa en el siglo II después de Cristo, lo que le da un valor «incalculable», además de que enlaza con una tradición mediterránea en la que se tendía a disfrazarse de bestias.
Cuenta la leyenda que San Sebastián fue atado a un árbol en el monte Palatino por no querer renunciar al cristianismo.
Allí, se esperaba que fuera devorado por las bestias pero, en lugar de esto, los animales percibieron su santidad y lo adoraron, danzando a sus pies y haciéndole caricias y carantoñas.
El presidente de la cofradía de San Sebastián, Pedro Durán, ha explicado que normalmente es una promesa el motivo que lleva a un acehuceño a vestirse de Carantoña y que «los jóvenes han hecho mucho en el pueblo por mantener viva la fiesta».
Así, los días 20 y 21 de enero el municipio se despertará al ritmo del tamborilero y, una vez se ha regado el romero y vestido a las carantoñas, éstas acompañan al santo y le hacen una reverencia.
Los hombres disfrazados se dispersan cuando aparece la «vaca-tora», otra carantoña, ésta con cuernos que asusta a las demás.
A su vez, el diputado de Turismo de la Diputación Provincial de Cáceres, Fernando Grande Cano, ha apuntado, «que es una seña de identidad de todo el municipio, de los hombres y mujeres que han sabido mantener esta tradición y convertirla en un hito, en un referente en la provincia».
De ahí, ha dicho, «el decidido apoyo de esta Institución, que en los presupuestos actuales recoge una partida destinada a las Fiestas de Interés Turístico de la provincia».
Además, ha anunciado que un año más Las Carantoñas y el Jarramplas de Piornal volverán a participar en la Feria Internacional de la Máscara Ibérica de Lisboa.