UNA FABADA CUALQUIERA PARA MAÑANA SÁBADO

POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)

Mi fabada de mañana, preparada hoy viernes "pa que repose".

Mi fabada de mañana, preparada hoy viernes «pa que repose».

Cuando yo era rapaz, hace de esto muchos años, estuvo de moda un cantar muy bullanguero que nunca fui capaz de captar su mensaje .- Se titulaba «La vaca lechera» y decía así:

«Tengo una vaca lechera / no es una vaca CUALQUIERA;
me da leche merengada / ¡ay, que vaca tan salada;
¡tolón, tolón!

Un cencerro la he comprado / y a mi vaca le ha gustado;
se pasea por el prado / mata moscas con el rabo;
¡tolón, tolón!.

Un servidor, entonces crío inocente e ignorante (casi como ahora), no sabía lo que era la leche merengada (Y en realidad sigo sin saberlo) y lo de usar el rabo como insecticida creía que era habilidad diabólica, pues siempre había oído decir: «Nenu, a ver si trabayes algo; que el diablu cuando non tien que facer col rau espanta les mosques».

¿Qué es ser «un cualquiera»?

¿Será lo que algunos decimos «esi ye ningún?

El diccionario me dice que es una persona o cosa indeterminada, alguno o alguna, sea lo que fuere…

¡Claro! Una vaca cualquiera da leche «normal»; la que no lo es, por lo visto, la da merengada.

Hago estas reflexiones (por supuesto, inútiles) en razón a unas declaraciones de un preclaro cocinero, desconocedor de nuestra historia culinaria, en las que manifestó que «si venía a Asturias no era para degustar una fabada cualquiera».

Tiene toda la razón.

En Asturias los «cualesquiera guisos de alubias» son «les fabes de a diario» (estofaes, en compañía de patatines y choricín, en guiso con bacalao… ¡yo qué se).

Pero LA FABADA nunca es «cualquiera» porque si es mala NO ES FABADA.

Lo escribía mi buen amigo Kike Amado:

«Hablando d´esta región/ sería pecau olvidar
la suculenta fabada, / su platu tradicional.»

Cabe ahora preguntar: ¿Y cómo se prepara?

¡Hombre! Si seguimos los consejos de la marquesa de Parabere (seudónimo de doña María Mestayer de Echagüe) se precisan «alubias del Barco de Ávila, morcillas de Extremadura, chorizos de Cantimpalo, etc.

Nosotros seguiremos lo que nos dicta (otra vez más) Kike Amado:

«Bones fabes de la granja / y en Asturies cultivaes,
si pueden ser de Carreño / que son lo mismo que almuhaes.
Con su tocín y morciella, / chorizu, tucu y jamón,
alcuéntrase entre los platos / más fuertes de la Nación.

El compangu, como l´agua, /deben ser de la región;
a fuege lentu y con leña / hay que facer la cocción.

Ya para culminar su panegírico sobre tan singular y asturiano guiso, añade.

«Además d´esta riqueza, / ye extraordinariu manjar,
que dexará satisfechu / al más finu paladar.»

¿Lo entienden?

No existe una FABADA CUALQUIERA, sino ¡¡¡LA FABADA!!

Y quien no lo admita así, pues que imitando a la «vaca lechera» del cantar, «vaya al prau a espantar mosques col rau».

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