POR MIGUEL GALLEGO ZAPATA, CRONISTA DE SAN JAVIER (MURCIA)
Cuando yo era pequeño, los de mi edad, cantaban aquello de «Arriba los de la cuchara, abajo los del tenedor” y yo, como soy comunista, viva el martillo y la hoz».
Bien sabe Dios lo que me alegro que los descendientes de los que divulgaban aquella canción que tanto enardecían a la muchachada, hayan podido frecuentar después con gran regocijo excelentes restaurantes, con cuantos más tenedores mejor, incluso, para ellos y para todos, ni las lubinas ni los langostinos, son ya un secreto para nadie, pero, paradojas de la vida, los que entonces utilizaban los tenedores, andan buscando por doquier, las ricas y viejas recetas de las abuelas, para lo que habrá que volver a utilizar la vieja preciada cuchara, utensilio tan menospreciado en aquella época ¡y todo ello a Dios gracias!