POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Celia Pinto es la cocinera, de Oporto, que da nombre a su restaurante; reservando con tiempo uno se asegura manjares en la calle Javier Grossi, nº 9, de Oviedo, que equivale a la ribera derecha del Duero, esquina océano Atlántico. Su producto estrella es el bacalao, que trae de su tierra, de sus mares, desala y prepara a la portuguesa, a la plancha, al azafrán, con natas, lagareiro, a braz, con arroz… Bacalao con sus callos (los del bacalao) regué el viernes con vinho branco caseiro, que se me subió a la mirada y me acercó la eternidad. Atiende e ilustra a los comensales Álvaro Suárez, conocido como “el marido de Celia”, gijonés. A los postres, con torrijas, planteamos una unión ibérica, el sueño de Saramago, hacer un todo peninsular, meter en nuestro blasón un bacalao rampante, plus ultra, más allá, y Álvaro tráenos otra de vihno branco, que del infinito hagamos nación.
Fuente: http://www.lne.es/