POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)

El Cristo de la Caridad, del murciano hiperrealista Francisco Toledo Sánchez, no saldrá a procesionar por San Lázaro del Camino en Semana Santa; el circuito desde la iglesia por la calle San Mateo, en dirección a Julián Cañedo, el encuentro con la Dolorosa en la Residencia de las Hermanas del Santo Ángel, donde los dieciséis costaleros, al son de los tambores, elevaban al cielo la cruz oblicua con el Cristo atado al madero, para continuar por Valesquita Giráldez, San Lázaro y regresar a San Mateo y a casa, no se repetirá este año. El párroco, Andrés Fernández, suspende el desfile al considerar que cuenta con pocos feligreses y ciudadanos en general. Apenas hay demanda, escasean los cristianos y los seguidores del Cristo de la Caridad, la fe va a menos y a menos el turista religioso, pero, ¿no es ésa precisamente la labor pastoral, salir al encuentro con los lázaros? ¿Será que no quedan pobres en el barrio?

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