POR JOSÉ DIONISIO COLINAS LOBATO, CRONISTA OFICIAL DE LA BAÑEZA (LEÓN)
Poco a poco se va confeccionando y haciendo referencia con exactitud histórica de aquellos pequeños núcleos poblacionales que forman nuestra Comunidad de Castilla y León. Esta vez le ha tocado a la población de Mombuey, municipio de la provincia de Zamora, situado en la conocida comarca de “Carballeda”.
El agradable lugar se encuentra en esa vereda o camino junto a una pequeña elevación de tierra ya registrada desde antes del medioevo, como “Monte Boriam” o “Monte Bove”. ¿Pero de donde surgen sus primeros lugareños? No muy lejos de donde hoy se levanta Mombuey, dentro de una finca de propiedad particular, se localizan los restos de lo que fuera uno de los primitivos castros, “Castro Buraconte”, así como otros próximos y que las aguas del embalse de Valparaíso han ido anegando con sus aguas.
Ellos, tal vez sean esa proyección histórica de lo que hoy conocemos como Mombuey y que nuestro paisano, nacido en Jiménez de Jamuz, don Manuel Benavides Cuesta, en la actualidad, párroco de dicho lugar, nos ha querido decir con la publicación de su libro, Editorial Monte Riego, titulado, “MOMBUEY su torre y su historia”.
No hacía mucho tiempo que habíamos estado visitándole en compañía de nuestros amigos Tere y Jesús, y aquel día, don Manuel tuvo a bien atendernos y darnos una serie de conclusiones históricas del entorno, de la iglesia y de su defensiva torre templaria.
Hoy, habiendo terminado de leer la publicación de su libro sobre la historia de Mombuey, doy por completada aquella magistral lección que nos dio sobre la “Brea de Monte Bove”, de los Templarios en estas tierras zamoranas; de sus primeros repobladores, de la protección de aquellos cansados peregrinos que a Santiago se dirigían a través de esta vía próxima a la calzada Merita-Augusta, en ese trayecto o camino “Vía de la Plata”, hoy camino “Mozárabe Sanabrés” y donde se encuentra esta población.
Será en el medioevo, cuando Mombuey adquiera esa fuerza de atraer gentes que repueblan el lugar y serán esas premisas y narraciones que don Manuel nos va haciendo en su libro de la Breu o Verea Antigua, para llegar a esa conclusión de la toponimia del “Monte Bove” para quedarse luego en Mombuey.
Qué decir de esa atalaya de piedra de sillería, hábilmente trabajada por las manos de los canteros y que hoy campea como torre y campanario de su iglesia; donde a lo largo de sus respectivos cuerpos podemos contemplar la belleza de sus ventanales, algunos decorados con esbeltas columnas y rematados capiteles, para finalizar en esa cerrada atalaya, chapitel pétreo, refugio abovedado de defensa, donde los voladizos y matacanes de sus lienzos campean adornos de bolas y vistosos follajes, dando guardia a ese símbolo, una cabeza de buey que, sobresale en lo alto de uno de sus muros proyectando su faz bóvida hacia el exterior del paisaje caballees.
El interior de su fábrica, de raíces románicas, hemos de destacar su impresionante artesonado, recién restaurado; así como esa majestuosa talla en piedra de la Virgen, oculta y aparecida cuando se hicieron las obras de la reparación del templo. Un Cristo románico del siglo trece y otro articulado del diecisiete, la pila bautismal en piedra del trece, forman todo ello un bello e interesante conjunto monumental y artístico, siendo declarada en el año 2011 por la Junta de Castilla y León Monumento Nacional de Bien de Interés Cultural.