El pasado domingo, día 19 de marzo, tuvo lugar en la Plaza de San Roque de Firgas, el anunciado homenaje con descubrimiento de busto que el Club de Leones y Ayuntamiento, ha dedicado al que fuera alcalde de esa villa, cronista oficial e hijo predilecto, don Manuel Perdomo Cerpa (1934-2013), acto que resultó muy sencillo, emotivo y concurrido por un público que llenaba la plaza principal de Firgas.
El busto en bronce realizado por el artista José Luis Marrero sobre un pedestal de cantería noble de Arucas, donde reza Manuel Perdomo Cerpa, hijo predilecto de Firgas, tu pueblo reconoce la dedicación que le prestaste, obra que ha tenido el apoyo económico de las empresas canaria Binter y Mecohersan (de cantería de Arucas) ha sido iniciativa del Club de Leones, apoyado por el Ayuntamiento. Se ha ubicado en el centro de dicha plaza principal, enfrente de la iglesia parroquial.
El acto, al que el temporal de lluvia permitió su desarrollo exactamente hasta el momento de descubrir el busto con incluso la aparición del sol, para tras su finalización empezar a llover, lo que pareció un homenaje más al hombre que tanto escribió sobre la Naturaleza y el Agua de las Medianías, que administró el Ayuntamiento como alcalde en la Transición y promocionó y gestionó la cultura y el deporte en Firgas desde los años 50 del siglo pasado. En concreto aparte de primer edil fue cofundador del Club de Leones, del histórico club de fútbol Firgas, de la Banda de Música de Firgas (que animó el acto) y de otros proyectos entre ellos el Liceo de Firgas.
De su vida, filantropía y amor por Firgas hablaron los representantes del Club de Leones de Firgas encabezado por su presidente Guillermo Marrero; el presidente de la Junta de Cronistas Oficiales de Canarias, don José A. Luján y el hijo del cronista fallecido, don Manuel Perdomo Rodríguez.
Manuel Perdomo Cerpa fue además cofundador de la Junta de Cronistas Oficiales en el año 2001 y su gestor económico hasta su fallecimiento en 2013.
En el cierre del acto, el alcalde de Firgas, Manuel Báez, resaltó del cronista Perdomo, entre otros valores humanos y de participación social, el asesoramiento que siempre tuvo del mismo, como otros ediles, en determinaciones importantes para Firgas y fue el encargado junto con Manuel Perdomo, hijo del homenajeado, de descubrir la escultura, al son de la Banda de Música de Firgas que cerraba el acto con el Himno de la villa cuya letra también es obra de Manuel Perdomo Cerpa.
INTERVENCION DEL PRESIDENTE DE LA JUNTA DE CRONISTAS OFICIALES DE CANARIAS Y CRONISTA DE ARTENARA DON JOSE A. LUJÁN
La tarde de agosto, que en este mismo lugar nos reunimos un numeroso grupo de vecinos y amigos de don Manuel Perdomo para tributarle el adiós definitivo, formando tanto a la entrada como a la salida del templo parroquial una larga hilera de gente apesadumbrada, pudimos comprobar el sentimiento que atenazaba esta plaza de San Roque. El silencio era sobrecogedor, lo que fue un claro signo de respeto, y se hizo más emotivo, cuando la banda de música de la Villa entonaba los acordes del Himno a Firgas, cuyo origen estuvo en la pluma de don Manuel.
Aquel constituyó uno de esos actos que quedan grabados en el recuerdo y en el corazón porque despedir el arcón fúnebre de un hombre de bien, de un hombre grande de espíritu, de un buen amigo no es un hecho rutinario. De pronto, se agolpan los gratos momentos de la vida compartida: los gestos, las risas, la conversación telefónica, el caminar acompasado por los diversos caminos de la geografía de las islas, desde Haría a Tazacorte. Y uno, en ese momento, intenta enhebrarlos, tratando de revivirlos para que no se nos escapen del todo. Pero la vida es así de inexorable, apenas un soplo que apaga una llama. Sin embargo, en medio de tanta emoción, no pudimos sospechar que nuestro amigo don Manuel Perdomo volviera a esta plaza y lo tengamos de nuevo con nosotros, con sus amigos y vecinos, y que nos volviera a reunir en torno a su figura (…) acabo de consignar tres momentos distintos de una biografía: la vida, la muerte y el recuerdo. Si ya nos hemos referido a la vida y a la muerte en urgente pincelada, ahora se patentiza su recuerdo en la vía pública, más allá del corazón, en un lugar noble y referente de la comunidad firguense. Y tal vez el destino aleatorio nos hace adivinar que por alguna rendija del cielo azul nos estará guiñando un ojo para brindarnos la mejor acogida en la Villa de sus amores (…) cada uno de nosotros tenemos algo que aportar a su biografía desde las vivencias compartidas, y de esa suma de impresiones seguro que se puede tejer un hermoso lienzo en torno a este prócer que estuvo signado por la caballerosidad (…) revivimos unas palabras que le dedicamos el día de su nombramiento, en agosto de 1997, hace casi veinte años:
«Llega el Cronista al ejercicio del honorífico cargo con el bagaje de una dilatada lectura de archivos, con la recopilación de documentos para escribir su historia, con la ordenación del florilegio de los pregones que han ido desgranando sobre la leyenda los datos, las vivencias, y las emociones de la Villa. Pero llega, sobre todo, con el entusiasmo de seguir creando en su villa natal un tejido cultural y las referencias internas, entre el pasado y el presente, para que su pueblo no perezca sin conocer la identidad que lo ha sustentado en su devenir».
Creemos que don Manuel Perdomo fue el depositario por parte del destino de un conjunto de valores que debemos seguir potenciando en nuestra sociedad, que aparentemente resulta estar desarticulada y que de seguro es lo que ha motivado a quienes han tomado la iniciativa de perpetuar su recuerdo mediante la erección de este busto, como homenaje permanente no al hombre, sino a su simbolismo social: la caballerosidad, la prudencia, el entusiasmo, la solidaridad, la participación, el altruismo, la sencillez…
Todo ello es lo que permanece en la aureola del bronce como página constante que tanto ahora nosotros como las futuras generaciones verán como referente. Por eso, como decían los clásicos cuando inscribían su nombre en una placa de mármol después de una batalla o de un acontecimiento solemne: «Omnia moriar», “no moriré del todo”. Así quedará el testimonio permanente de nuestro cronista, nuestro amigo, nuestro alcalde, nuestro vecino, nuestro Hijo Predilecto.
En nombre de la Junta de Cronistas Oficiales de Canarias, a la que me honra representar en este acto, expresamos nuestra enhorabuena a su familia, al Club de Leones Firgas y la felicitación al Ayuntamiento de Firgas y a los vecinos de esta Villa por haber inscrito en los honores de su Historia, como si fuera un nuevo nacimiento, a un hombre ilustre que tuvo una clara altura de miras en su trayectoria vital.
Firgas, 19 de marzo de 2017. José A. Luján. Presidente de la Junta de Cronistas de Canarias
Fuente: http://www.infonortedigital.com/