POR RICARDO GUERRA SANCHO CRONISTA OFICIAL DE LA CIUDAD DE ARÉVALO (ÁVILA)

Siempre hay que estar pendiente del calendario y de las efemérides, porque de vez en cuando surge alguna celebración especial y Arévalo, esta pequeña ciudad castellana, por su importante historia tiene muchas fechas y efemérides que recordar y festejar.

Este año tenemos dos importantes centenarios que celebrar, el del nacimiento del periodista y escritor Emilio Romero Gómez, y el de Gloria Fuertes, dos personajes importantes del periodismo y de las letras. Emilio, el maestro de periodistas que fundó la escuela de periodismo, pero que desde mucho antes, en el Diario Pueblo formó a toda una generación de periodistas en aquella redacción del diario vespertino madrileño que tenía gran difusión nacional, esa redacción que aglutinaba a las mejores plumas del momento y también a los nuevos valores que muchas veces fueron un descubrimiento del agudo director porque, a pesar de la titularidad del periódico, los sindicatos verticales de la época de Franco, dio cabida a gentes de la más variada ideología y tendencia política, como muchos periodistas han proclamado reiteradamente en sus vivencias.

Emilio nunca pedía filiación, siempre daba ocasión a quienes acudían a pedirla una oportunidad. Y así fue como allí nacieron importantes firmas que durante muchos años fueron las más importantes del panorama nacional, y aún algunas siguen en los medios actuales.

Emilio Romero nació en esta ciudad de Arévalo, el 21 de julio de 1917 y por tanto ya hemos comenzado el centenario. A lo largo de él, iremos tratando temas relacionados con esta personalidad de la España contemporánea, tan importante periodista como escritor, una vida densa y llena de muy diversas facetas, aunque a veces se le encasille en la prensa.

Iba para abogado, pero empezó el año 1940 en el periódico “La Mañana” de Lérida, dos años después pasó a dirigir el diario “Información” de Alicante, que simultaneó con la radio. Después de pasar por la Dirección General de Prensa, el año 1946 pasó a la redacción del diario “Pueblo” que dirigió durante 22 años, 1952-1974.

Fueron famosísimas sus columnas tituladas “gallitos”. En 1969 fue creador y director de la Escuela Oficial de Periodismo desde donde impulsó la creación de la Facultad de Ciencias de la Información. No entraremos en mucho detalle de su biografía porque está ahí accesible para quienes quieran profundizar. Recordaremos algunas facetas y anécdotas, las más relacionadas con su ciudad de nacimiento de la que nunca se fue del todo, siempre volvía.

Como pone de manifiesto su obra, también destacó en el panorama literario de la novela, del ensayo y en el teatro. Basta recordar algunas de sus obras como la novela “La paz empieza nunca” que fue llevada a televisión con gran éxito y audiencia, entre otras muchas, obra literaria por la que recibió numerosos premios como el Nacional de Literatura o el Planeta.

En el panorama teatral realizó quince obras que fueron estrenadas en Madrid, entre las que destacó “Solo Dios puede juzgarme”, o las exitosas adaptaciones de obras de otros autores como “Galileo” de Bertolt Brecht, o “La muerte de Dantón” de Büchner, una obra que yo recuerdo en el Teatro Español de Madrid, muy espectacular en su escenografía y densa en su contenido, que fue otra obra de gran éxito. En otras entregas entraremos en detalles de su arevalensismo y de su amor a nuestra Patrona la Virgen de las Angustias de la que era especialmente devoto.

Gloria Fuertes

Pero, como he querido indicar en el titular, este mismo año debemos celebrar también, y con gran cariño, a una poeta y escritora muy señera en la segunda mitad del s. XX, me refiero a Gloria Fuertes, que nació en Madrid el 28 de julio de ese mismo año 1917, con apenas una semana de diferencia.

El primer nexo entre los dos personajes, ya veremos otros. A lo largo del año mucho se escribirá de ambos y encontrarán biografías numerosas, pero yo pido licencia para dar en estas columnas mis historias y mi visión de ellos en anécdotas y vivencias que este humilde Cronista arevalense ha compartido con ambos personajes, porque creo que pueden ser de su agrado y de su interés.