POR JOSÉ DIONISIO COLINAS LOBATO, CRONISTA OFICIAL DE LA BAÑEZA (LEÓN)
El mes pasado, invitado por el Reverendo bañezano don Carlos Hernández Prieto, cuyo destino parroquial se encuentra en el pueblo zamorano de Tábara, tuve la suerte de contar con su invitación y compañía a la asistencia de unas apretadas jornadas que el Archivo Histórico Nacional hacía en esta localidad de la Sierra de la Culebra, sobre “Los Beatos Medievales”.
Al acto de bienvenida y presentación se encontraba su Alcalde don José Ramos San Primitivo, quien recibó a aquellas autoridades que a Tábara llegaron: La Embajadora de España en la UNESCO, María Teresa Liranzazu; la Consejera de Cultura de la Junta de Castilla y León, María Josefa García; la Presidenta de la Diputación de Zamora, María Teresa Martín, la Directora de la Biblioteca Nacional de España, Ana Santos; el Sudirector del Archivo Histórico Nacional, Alfonso Sánchez; el Director General de Bellas Artes y Patrimonio Cultural, Luis Lafuente; el Presidente de Estudios Benaventanos “Ledo del Pozo”, Fernando Regueras; el Presidente de la Cámara Municipal Portuguesa, Humberto Oliveira; El Director de Archivos y Bibliotecas de Portugal, Silvestre Lacerda, así como otras autoridades y profesores de la Universidad de Salamanca.
Todo un motivo único y de de máxima importancia fue este acontecimiento para la población de Tábara; pues en ella, tuvimos la gran suerte de ver de nuevo por unas horas y en su tierra de nacimiento a tan magnífica joya de códice miniado, bajo la nave de lo que fuera aquel viejo “scriptorium”, en cuyo lugar, aquel monje llamado “Magius”, con mucha pericia y destreza, realizó aquellos comentarios del Apocalipsis- último libro del Nuevo Testamento, escrito en el siglo X, con características mozárabes, tintas de colores y afilado “cálamo”, que terminará en el año 970, su discípulo Emeterio.
Protegido por una vitrina, pudimos contemplar aquellas excepcionales miniaturas que un folio de él mostraba, haciendo como muestra del contenido de otras bellas imágenes interiores y, cuya obra saliera de ese monumento y monasterio tabarense, donde la imagen mas difundida, nos muestra a una torre -“alta et lapidea”-, identificando aquel scriptorium en el que, los monjes, en curtidas pieles formaron pergaminos y sobre los que dejaron plasmados textos e iconografía de un arte mozárabe: “El Tercer Ángel”; “La cena de Baltasar”; “Omega”; “El Séptimo Ángel”.
Apretadas e intensivas jornadas, donde los conferenciantes, tanto portugueses como españoles, expusieron sus tesis y trabajos, cristalizando sus temas entre todos los asistentes, fomentando ese ejemplo de cooperación cultural de archivos y bibliotecas entre los dos países hispanos; uniendo lazos de cultura, ciencia y educación de un libro tan cercano como lo es el “Beato de Tábara” y que hoy, es custodiado como una preciada joya en el Archivo Histórico Nacional.