POR TEODORO A. LÓPEZ LÓPEZ, CRONISTA OFICIAL DE FUENTE DEL MAESTRE (BADAJOZ)
Un acontecimiento de piedad popular badajocense a la Patrona de la Ciudad se ha hecho realidad como confirmación de una devoción, cuatro veces centenarias.
I. Origen de la Advocación
No hemos de buscar tradiciones o leyendas en torno a la Imagen sagrada. Datos históricos prueban que arranca de unos hombres, fervorosos católicos que se hallaban en Badajoz, cuyo protagonista fue D. Francisco Tutavila y de Tufo, quien propuso el culto a la Señora. Napolitano, caballero santiaguista, Capitán General de la plaza militar y Duque de San Germán por su abuela paterna. Llega a Badajoz 1649 como Gobernador General de las armas del Ejercito y provincia de Extremadura durante las guerras fronterizas con Portugal hasta el 26 de abril de 1664 que el Rey Felipe IV le nombra virrey y capitán general de Navarra.
Concretamente en 1660, reunió en su palacio algunos caballeros, militares y políticos, quienes deciden encargar la imagen de la Soledad a Barcelona. Pero al no encontrar al imaginero deseado, recurren a Nápoles. En seguida, “Se consiguió muy pronto la construcción de casa y Hermita dentro de sus muros de que se dio la más verdadera afectuosa y cordial posesión a su Dueña legítima la Santísima Virgen de la Soledad que no devió llamarse tal desde aquel momento por la asistencia y continúa Corte que hacen sus tiernos devotos”.
Se forma la Hermandad, cuando el 1 de abril de 1664 los promotores hacen la petición canónica al Obispo diocesano D. Jerónimo Rodríguez de Valderas según certifica el notario D. Luís Sánchez de los Reyes y redactan las Constituciones fundacionales, aprobándose el día tres del mismo mes y año.
La devota Imagen fue colocada en el convento de San Onofre de las monjas jerónimas- en la confluencia actual de las calles del General Menacho y Juan Carlos I, Rey- hasta la construcción de su Iglesia propia el año 1670.
Sobre la primitiva construcción de la misma, fue publicada en el librito de la novena el 1998 por mí Apuntes Históricos. Nuestra Señora de la Soledad. Ayer y Hoy, al que he de añadir nuevos datos definitivos hallados en el Archivo Capitular de Badajoz, que custodio. El miércoles 9 de julio de 1664 la Cofradía de la esclavitud hermandad de Ntra. Sra. de la Soledad pretende comprar unas casas a la fábrica de la Catedral y presenta la petición al cabildo de los canónigos, reunido bajo la presidencia del Deán y canónigo el Dr. D. Juan Ramos de Lorenzana “leyose petición de Antonio López, mercade, mayordomo y tesorero de la Cofradía de nuestra señora de la soledad diciendo que para colocar la Imagen en la Iglesia propia tienen tratado con María Sánchez Dantes, viuda de Manuel Rodríguez y Suárez, de comprarle unas casas en la plazuela de D. Pedro de Fonseca que hacen esquina a la calle de Gonzalo de Hoces sobre las cuales tiene la fábrica treinta y tres reales y la mesa capitular doscientos maravedíes de censo perpetúo y por dichas casas le dan quinientos ducados y demás de ellos treinta y cinco ducados por la mitad del valor de dichos censos y por ser obra piadosa pide licencia para que se le otorgue escritura de venta con obligación de que la cofradía haga reconocimiento de los dichos censos y más de ello hipotecara para la seguridad unas casas que tienen en las Ollerías y fueron de Manuel Hernández, zapatero, que le pagan veintidos ducados y tienen de pensión catorce”. Se encomienda la gestión al canónigo doctoral el Lic. Francisco Cruzado con el fin de que vea las escrituras de censos y acordar lo que convenga. (Archivo Capitular de Badajoz. Libro de Actas Capitulares Años 1660-1664. Caja 12, fol. 308)
Pronto se hizo la gestión, ya que el 29 de agosto del mismo año el cabildo catedral da “licencia para la venta de una casa a la Cofradía de la Soledad” (A. C. B. Ibídem fol. 319)
Comienzan las obras pero los recursos pronto se terminaron. Lo cofrades recurren al Cabildo Catedral el 12 de marzo de 1665 “Leyose petición de los esclavos de Nuestra Señora de la Soledad diciendo que la fábrica de la ermita ha cesado por falta de medios y para ayudar a Ella piden limosna” (A. C. B. Libro de Actas Capitulares Años 1665-1669. Caja 12, fol. 11) Cuatro días después el Cabildo acordó la licencia de ayuda con 20 ducados. “Se volvió a ver la petición de los esclavos de Ntra. Sra. de la Soledad en que piden limosna para ayuda de la fábrica de su hermita, que ha cesado por falta de medios, tratado y conferido el llamamiento. Acordó SSª el Cabildo que se le den veinte ducados. Votose por las letras A A y R R y salió hecha la gracia” (A. C. B. Ibídem fol. 11 vlto.)
De nuevo se recurre al Cabildo el miércoles 17 de febrero de 1666 a través del mayordomo Antonio López: “pidiendo para Ella de limosna parte del túmulo que se hizo para las honras de su majestad para hacer altar para la Madre de Dios y para esta cuaresma y su Señoría acordó se llame para primero día de Cabildo para tomar resolución y que el decreto que el secretario de parte de su Ilustrísima de dicha petición para que venga al cabildo o mande lo que fuere servido” (A. C. B. Libro de Actas Capitulares Años 1665-1669. Caja 12, fol. s/n)
Dos días después, el 19 del mismo mes y año, responden los capitulares a asunto. “y justamente habiendo visto lo que Su Ilma Sr. Obispo acordó en orden a que se le de lo que fuere necesario para formar un retablo para poner a Nuestra Señora. Acordó SS. que se le de todo lo que fuera menester para formar dicho retablo y altar y que el Dr. D. Juan Solano se sirva de asistir al entrego de lo que fuere menester para dicho altar” (Ibídem fol s/n)
En el año 1950 cincuenta fue colocado la puerta principal del frontispicio marmóreo de la antigua ermita, hecha en el s. XVIII, al parque infantil de Cautelar, frente al auditorio municipal “Ricardo Carapeto”.
En la Guerra contra los franceses el último Sitio de la Ciudad el 1812, cayó una bomba en la ermita. A pesar de las horas realizadas, se resentía y se construye el 1930 la actual ermita, obra de Marín Corral Aguirre, inaugurándose el 7 de julio de 1935. La Capilla Mayor es de gran belleza, decorada en estilo neobizantino y réplica del salón del trono de Luís “el loco” de Baviera.
Desde sus comienzos la devoción popular a la Soledad fue ganando devotos a las advocaciones de Ntra. Sra. de Botoa y a Ntra. Sra. de las Virtudes y Buen Suceso, declinando en Ella el patronazgo popular sobre la Ciudad, así como en los pueblos circunvecinos de Portugal, llegando a ser insigne por la veneración pública.
Desde los humildes inicios siempre a expensas de sus devotos hasta la ostentosidad actual sin que hiera la sensibilidad de los pobres existe una constante devoción popular, ya cuatro veces centenaria, tanto a vecinos como foráneos, que ha llevado al Sr. Arzobispo D. Santiago García Aracil a conceder la coronación canónica.
II. El Rito de la Coronación
El Ordo coronandi imaginem Beatae Mariae Virginis, promulgado el 25 de marzo de 1981 en sus “prenotanda” nos sitúan en las dimensiones eclesiales del evento religioso.
Naturaleza y significado del rito
La Iglesia no ha dudado en afirmar repetidamente la legitimidad del culto tributado a las imágenes de Cristo, de su Madre y de los santos y con frecuencia ha adoctrinado a los fieles sobre el significado de este culto.
La veneración a las imágenes de Santa María Virgen frecuentemente se manifiesta adornando su cabeza con una corona real. Y, cuando en la imagen la santa Madre de Dios lleva en los brazos a su divino Hijo, se coronan ambas imágenes. Hecho que data ya de los tiempos del Concilio de Éfeso (del año 431), lo mismo en Oriente que en Occidente. Los artistas cristianos la reflejan en las artes plásticas.
La costumbre de coronar las imágenes de santa María Virgen fue propagada en Occidente por los fieles sobre todo desde finales del siglo XVI hasta que en el s. XIX fue incorporada a la liturgia romana. Los Romanos Pontífices no sólo secundaron esta forma de piedad popular, personalmente o por obispos por ellos delegados.
Con este rito reafirma la Iglesia que Santa María Virgen con razón es tenida e invocada como Reina, ya que es: Hija de Dios Padre, Madre del Hijo de Dios y Rey mesiánico y Esposa del Espíritu Santo.
La diadema o corona que se ponga a una imagen ha de estar confeccionada de materia apta para manifestar la singular dignidad de la Santísima Virgen; sin embargo, evítese la exagerada magnificencia y fastuosidad, así como el deslumbramiento y derroche de piedras preciosas que desdigan de la sobriedad del culto cristiano o puedan ser algo ofensivo a los fieles, por su bajo nivel de vida.
Ministro del rito
Es conveniente que el rito sea oficiado por el Obispo diocesano; si él no pudiera personalmente, lo encomendará a otro Obispo, o a un presbítero, con preferencia a alguno que haya sido activo colaborador suyo en la cura pastoral de los fieles en cuya iglesia se venera la imagen que va a ser coronada. Si se va a coronar la imagen en nombre del Romano Pontífice, obsérvense las normas que se indiquen en el Breve Apostólico. Previa una multitudinaria procesión al Virgen fue recibida por el Ilmo. Cabildo Catedral con traje coral junto a las gradas de la puerta del Perdón, en donde se levantó una plataforma donde estaba el altar. Al no poder asistir el Sr. Arzobispo por motivo de salud, la celebración litúrgica la presidió el Sr. Obispo de Plasencia D. Amadeo Rodríguez Magro y la coronaron el celebrante principal y el obispo de Coria- Cáceres D. Francisco Cerro Chávez, acompañados por un centenar de sacerdotes, diáconos asistentes y numerosos fieles. Actuaron como padrinos el ex alcalde el alcalde emérito D. Miguel Cerdán y Dª María Teresa Marculeta.
Dos formas podían darse: una Pontificia: concedida por el Papa y otra Diocesana, que concedía el obispo residencial en cuanto a la iniciativa, declarando la coronación el Capítulo de San Pedro en Roma. Juan Pablo II agilizó el trámite, otorgando la competencia al Ordinario de Lugar.
Elección del día y de la acción litúrgica
El rito de la coronación ha de realizarse en alguna solemnidad o fiesta de santa María Virgen, o en algún otro día festivo. Pero no conviene hacerla ni en las grandes solemnidades del Señor ni tampoco en días de carácter penitencial. El día 8 de junio de año 2013 es la Fiesta del Inmaculado Corazón de María, sábado siguiente al viernes inmediato anterior, dedicado al Sagrado Corazón de Jesús.