POR PEPE MONTESERIÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Estrena el Campoamor “Don Gil de Alcalá”, ópera bufa, más que zarzuela, porque no hay diálogos hablados; ópera de cámara, porque la orquesta es de cuerda y el coro reducido, y ópera realizada por gente astur: director de escena, cantantes principales, coro, orquesta… Mi impaciencia me llevó al ensayo general, pues la acción se desarrolla en La Nueva España, patria con la que emparenté, y por escuchar la habanera “Todas las mañanitas”, impecable; pero pongo el acento en “La confesión”, del tercer acto, una pieza de compás 2×4, con aire de chotis: “Fue en Madrid…”, donde el gobernador confiesa y rememora la aventura, en su juventud, con una lavandera a orillas del Manzanares. En magnífica elipsis, poco más dice que “Fue en Madrid…”, el tono y el regodeo del viejo da cuenta de un hijo del amor. Sólo este número, que justificó mi asistencia, salva literalmente a Don Gil.
Fuente: http://www.lne.es/