ÁLVAREZ-BUYLLA ES EL TERCER SOCIO DE HONOR QUE NOMBRA LA SOCIEDAD PROTECTORA. ANTES QUE ÉL RECIBIERON ESTA DISTINCIÓN LA CRONISTA DE OVIEDO, CARMEN RUIZ-TILVE, Y LA EXPROFESORA DE LAS TERESIANAS MARÍA DOLORES FERNÁNDEZ-VEGA
«Es un honor inesperado. Me da apuro subirme a un escenario por el que han pasado los músicos más importantes del mundo». Así se confesaba ayer el médico y presidente de la Sociedad Filarmónica de Oviedo, Jaime Álvarez-Buylla, antes de entrar en el teatro Filarmónica para ser recibido como socio de honor de la Sociedad Protectora de La Balesquida, entidad creada en 1930 para proteger a la cofradía del mismo nombre y que también reparte cada año el bollo y el vino el Martes de Campo.
Álvarez-Buylla comenzó su discurso de aceptación con «un recuerdo cariñoso» a doña Velasquita Giráldez, la fundadora de la cofradía, que «merece la gratitud de todos los ovetenses» y, por lo tanto, «debe ser ayudada con todas nuestras fuerzas por los que sentimos un gran amor por nuestro pueblo». «La Balesquida es una piedra más en la construcción de Oviedo, data de 1232, antes del Descubrimiento de América».
«Nunca me pude imaginar recibir este premio de La Balesquida, que es la guardiana de las esencias de la ciudad», agradeció el galeno. Álvarez-Buylla recordó cómo puse todo su «empeño» en su labor en el Centro de Rehabilitación y en el Servicio Médico de la antigua Hidroeléctrica del Cantábrico, hoy EdP. «Tengo la esperanza, quizá ingenua, de que algún día un historiador, serio y certero, se ocupe de lo que el Centro de Rehabilitación llegó a ser tanto a nivel científico como humano», expresó.
Finalizó su alocución hablando de la Esperanza, «rasgo distintivo de la vida cristiana» y advocación de la virgen que se venera en la capilla de La Balesquida. Álvarez-Buylla se despidió con un saludo a «esta ciudad hospitalaria y abierta, donde se hacen los mejores amigos del mundo».
«Presentar a Jaime es fácil porque lo conoce todo Oviedo, es un médico entrañable, y difícil porque tanto hay que decir en su provecho que siempre olvidaré alguna virtud», lo elogió la directiva de la Sociedad Protectora Carmen López Villaverde.
López destacó que, con el Centro de Rehabilitación del antiguo hospital, Álvarez-Buylla fue «pionero en España» y mostró a sus pacientes «que había vida más allá de la enfermedad». También recordó anécdotas del galardonado, como la vez que tocó en el Reconquista porque el pianista se retrasaba o su pregón del Martes de Campo de 2003.
Más de cien personas aplaudieron con entusiasmo a Álvarez-Buylla. Entre ellas, la concejala popular Belén Fernández Acevedo: «Este hombre es la historia y la pasión por Oviedo». La ceremonia de entrega concluyó con una actuación musical del grupo Vuelta Abajo, conjunto ovetense dedicado al folclore cubano que tocó trece canciones.
Precedentes
Álvarez-Buylla es el tercer socio de honor que nombra la Sociedad Protectora. Antes que él recibieron esta distinción la cronista de Oviedo, Carmen Ruiz-Tilve, y la exprofesora de las Teresianas María Dolores Fernández-Vega. En su discurso, el médico también recordó a ilustres miembros de la sociedad, como José Tartiere, «una figura gigante, orgullo de Oviedo», a ‘Clarín’, al «sabio en muchas materias» Juan Uría o al «notabilísimo compositor y pianista» Manuel del Fresno.
«Me siento con una alegría interior y exterior, soy muy ‘balesquido’ de toda la vida y mi mujer (Margarita Santullano) igual, es una satisfacción enorme», comentaba, al margen de formalidades, el galardonado. Álvarez-Buylla aseguró que la distinción «crea un orgullo en nuestra familia», muy apegada a la Sociedad: «Las Bodas de Oro las celebré en la Balesquida».
Fuente: http://www.elcomercio.es/ – Daniel Lumbreras