POR RICARDO GUERRA SANCHO, CRONISTA OFICIAL DE ARÉVALO (ÁVILA)
De nuevo quiero pedir disculpas para dejar un poco los temas de mi ciudad, aunque no del todo, porque hoy quiero hablar de un tema más personal, pero que al mismo tiempo sigue siendo un tema de mi ciudad.
En la columna anterior afloraron en mí sentimientos de gozo musical, los sones de la polifonía que emocionan. Y en la anterior lo fueron de tristeza, son cosas que surgen inexcusablemente en algunos momentos, de tristeza y melancolía, como también surgen los sentimientos de gozo y alegría cuando algún motivo te lleva a ello.
Así es ahora, estos días en que está saliendo a la calle una obra del autor de estas columnas, un libro y una historia que es una meta en mi vida, en mis quehaceres de Cronista, de cofrade y de arevalense.
Así dicen, que uno no se realiza hasta tener un hijo, escribir un libro y plantar un árbol. Pues ya ven amigos lectores, mi carrera está inconclusa aunque con la aparición de mi último libro consigo una meta muy importante en mi vida, escribir el libro de la historia de la Virgen de las Angustias de mi ciudad. Pues sí, dicen en estos casos que es como el nacimiento de un hijo… no será igual creo yo, aunque no lo pueda certificar, porque de esta trilogía, lo del hijo es lo que no he experimentado. Sin embargo sí he plantado muchos más que un árbol, sin contar plantas menores que siempre me ha gustado tener en ventanas, balcones y en mi terraza, y podría decir que las he plantado por centenares.
El otro aspecto, el del libro, tampoco me inicio ahora, porque en solitario o en compañía de otros amigos he escrito más de uno, varios, sin contar con centenares de artículos y trabajos, especialmente de historia y de arte de mi ciudad, especialmente desde que me hicieron Cronista Oficial de Arévalo.
Y las cerca de seiscientas columnas como esta… pero no quisiera aquí hacer un catálogo de todo ello, aunque creo que debo mencionar también mis aportaciones en los congresos de los cronistas de España, comunicaciones sobre historia y personajes arevalenses. Algunos de ellos son trabajos de investigación propia y otros de divulgación histórica de cosas y gentes de mi tierra.
En esta ocasión, escribir sobre la historia de la Virgen Nuestra Señora de las Angustias de Arévalo, es una aspiración y dedicación desde hace años. Verán, aunque soy cofrade desde hace bastantes años, desde los años 90, aún antes ya andaba yo mirando papeles y cosas de la Virgen, porque lo que veía que teníamos editado sobre ella estaba tan lleno de amor a la Virgen como parco en documentación histórica, con grandes lagunas históricas. Sentí algo parecido a lo que me ocurrido con mi ciudad y sus cronicones, que en realidad entra en el mismo paquete, que me resultaba insuficiente aquello que nos mostraban historiadores y cronistas, sentía la necesidad de profundizar, porque si las leyendas eran más o menos bonitas, la realidad histórica debía de ser mucho más hermosa, más impresionante… Sentí esas mismas sensaciones con las tradiciones orales que había escuchado sobre esta Virgen tan querida en mi ciudad, nuestra patrona, que siendo impresionantes, había que encajarlas entre datos históricos, y dar a todo el contenido una unidad de relato, afianzar las antiguas tradiciones con visos históricos y matizar la historieta y la leyenda.
Hoy puedo decir, con orgullo, que todo el esfuerzo y el tiempo que he empleado en esta obra ha estado muy bien empleado, porque era para mí una meta irrenunciable en mi vida, una ocupación que me ha llenado, en la que he volcado todo lo que pueda tener de valores personales.
También con mis limitaciones y carencias, por lo que abriendo una puerta al exterior, se nos presenta un amplio panorama, que también es una puerta abierta a continuar investigando y profundizando en un tema que está abierto a nuevas aportaciones… Espero que les guste… va por ustedes!!!
Ya ven, como dijo aquel conocido escritor: Hoy he venido a hablar de mi libro…