LA AMIGA SUYA CARMEN RUIZ TILVE, CRONISTA OFICIAL DE OVIEDO, SE PONE A DISPOSICIÓN DEL PROYECTO: «HACE MUCHO TIEMPO QUE TENÍA ESE DESEO, HABÍA PREPARADO UNA INTRODUCCIÓN PARA UNA EDICIÓN CRÍTICA»
‘Nosotros, los Rivero’, la obra que inauguró el Premio Nadal para Asturias en 1952 y la novela más famosa de la escritora ovetense Dolores Medio (1911-1996), volverá a imprimirse en otoño, según confirmaron a este diario fuentes del patronato de la Fundación que lleva el nombre de la autora. Se tratará de una edición crítica, coordinada por el filólogo y patrono Manuel Díaz-Faes, en la que desaparecerá por primera vez la censura franquista y se podrá leer el libro tal y como lo concibió su autora. También contará con ilustraciones de la artista avilesina Rebeca Menéndez.
Resucitar la obra magna de su fundadora era una vieja aspiración de la Fundación Dolores Medio: «Está agotada desde hace muchos años». Nos llegan cartas y correos pidiéndonos ejemplares y no los hay». Ya en 2016, Ciudadanos Oviedo pidió al Ayuntamiento, con motivo del vigésimo aniversario de la muerte de Medio, que fuese más allá en el homenaje a la autora y se implicase en la reedición del libro. Roberto Sánchez Ramos, concejal de Cultura, se mostró favorable a la idea y animó a los editores asturianos a llevarla a cabo. «Si ha desaparecido de las bibliotecas, el Consistorio podría coparticipar en la adquisición», se comprometió el edil.
La iniciativa de revivir esta novela protagonizada por Lena Rivero, trasunto de la autora, e insertada en la mejor tradición realista ovetense comenzada por ‘La Regenta’, debió superar dos dificultades. La primera, que la había retrasado durante años, era la ausencia del manuscrito de ‘Nosotros, los Rivero’: la Fundación solo sabía de las novelas como quedaron tras pasar por la supervisión franquista. Pero, con la colaboración de expertos, hallaron un original, junto con el expediente de la censura, en el Archivo General de la Administración (AGA), en Alcalá de Henares. El segundo escollo, más prosaico, fue encontrar un editor, puesto que la Fundación, con un exiguo presupuesto anual que no supera las cuatro cifras, era incapaz de afrontar la tarea. Será la periodista y escritora gijonesa Ángeles Caso, con su propio sello Libros de la Letra Azul, la encargada de devolver la obra a los estantes.
«Es un homenaje a Dolores, ella siempre quiso ver la obra así. Tenía un resquemor por cómo la censura había mutilado la novela», indican desde el patronato. La catedrática jubilada de Filología, estudiosa de Medio y amiga suya Carmen Ruiz Tilve, cronista oficial de Oviedo, así lo confirma, y se pone a disposición del proyecto: «Hace mucho tiempo que tenía ese deseo, había preparado una introducción para una edición crítica».
Lo que la censura tachó
En su artículo ‘Dolores Medio en la novela española del medio siglo’, la profesora jubilada de la UNED Lucía Montejo relata el proceso de más de un año al que la censura sometió a ‘Nosotros, los Rivero’, algo que «descarga la novela de componentes ideológicos decisivos y deja sin explicación algunos comportamientos de los personajes».
La obra entra en las oficinas de la inquisición cultural el 11 de febrero de 1952. Solo dos semanas después, la editorial, Destino, recibe un escrito en el que se deniega la publicación. El censor, M. Batenero, argumenta que la autora «demuestra su simpatía por la República y su antipatía por las tropas españolas que pacificaron Asturias en 1934. Hay elogios de obras comunistas. Los capítulos de seudomisticismo de la protagonista son irreverentes».
Pero Dolores Medio, contraviniendo la normativa de la época, se atreve a dirigirse directamente a las autoridades para pedirles que le indiquen en qué ha errado para poderlo corregir y que se publique ‘Nosotros, los Rivero’. Aduce distintas razones, como que se trata del bosquejo literario de unos «muchachos anormales (concretamente, psicópatas pasionales)» o «que va engarzada en la trama de una piadosa leyenda asturiana».
La novela pasa por distintas manos, habitual cuando se consideraba un libro peligroso, refiere Montejo. Un segundo censor opina que «con una modificación a fondo (señala múltiples páginas republicanas o que atacan a la moral), puede ser publicada»; un tercero, que «no ofrece reparos graves desde el punto de vista religioso ni moral. El punto más discutible es el político. La protagonista se inclina a la izquierda».
Los reparos políticos eran prioritarios, asegura la profesora. Así que el jefe de los censores del primer nivel decide encargar otro informe más, que desbloqueará la publicación. Este indica que «la obra puede autorizarse con las tachaduras antes y ahora señaladas», ya que «es una novela bien construida».
¿Y qué molesta tanto a los censores? Por ejemplo, quizá por su posible segundo sentido sexual, tachan el origen del apodo de Carina Rivero, ‘la Samaritana’: «Seguramente porque acercó su cántaro rebosante de agua fresca a los labios secos de un caminante que se moría de sed».
Las menciones a la Segunda República son anatema. Así, el lápiz rojo pasa sobre esta descripción del cuarto del hermano de la protagonista, que guardaba una enseña tricolor: «Sobre la bandera había clavado Ger, como una reliquia, una hoja de calendario, señalando una fecha: 14 de abril de 1931».
También se suprimen la mera mención a los libros de posee el joven Rivero. Algunos de ellos son ‘El Plan Quinquenal’, de Stalin; ‘La rebelión de las masas’, de Ortega y Gasset, ‘La joven india’, de Gandhi, o el ‘Testamento político’ de Engels.
‘Nosotros, los Rivero’ fue elegida entre 107 obras para el premio Nadal por un jurado de siete hombres. Aunque no fue saludada por toda la crítica (no estaba bien visto en los 50 que una mujer fuese escritora y menos una tan independiente como lo fue Medio), sí se ganó el favor del público, que forzó la primera reimpresión en un mes. La librera Conchita Quirós, que también está en el proyecto de reedición dando su consejo, augura que será «un bombazo». «Explica la historia de Oviedo en una época difícil. La censura era muy dura, así que es muy interesante desde el punto de vista lector, universitario y librero».
Tras esta reedición, que se pretende presentar en alguna conferencia, la Fundación quiere, también en otoño, convocar el Premio Asturias de novela, que es su fin estatutario principal y para el que pedirá una subvención al Principado.
Fuente: http://www.elcomercio.es/ – Daniel Lumbreras