LA PLAZA DE SANTO DOMINGO SE CONVIRTIÓ AYER EN EL PUNTO DE PARTIDA DE UN RECORRIDO QUE, COMO RECORDÓ EL CRONISTA OFICIAL DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, JUAN JOSÉ LAFORET, SE VIENE CELEBRANDO DESDE HACE CASI CUATRO DÉCADAS
El 17 de junio de 1917, bajo el seudónimo de Fray Lesco, Domingo Doreste plantea la necesidad de crear un espacio para la formación de los artistas de la Isla a través de un artículo que tituló Los decoradores del mañana. Apenas seis meses después, su idea se consolidaba con el respaldo de la sociedad intelectual de la ciudad en la Escuela Luján Pérez. Una entidad que sigue más viva que nunca en la actualidad y que arranca la celebración de su primer centenario con el tradicional paseo nocturno por el barrio de Vegueta, donde casi siempre ha tenido su sede, en el que se recuerdan tanto los inicios como a aquellos que forman parte de su historia.
La plaza de Santo Domingo se convirtió ayer en el punto de partida de un recorrido que, como recordó el Cronista Oficial de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Laforet, se viene celebrando desde hace casi cuatro décadas. Encarna Galván, concejala de Cultura del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, fue la encargada de dar la bienvenida a los numerosos presentes que no quisieron perderse el evento que se realiza en el marco del 539 aniversario de la fundación de la capital grancanaria.
El segundo en tomar la palabra fue Laforet, encargado de introducir históricamente la entidad «sin la que no se entendería el ámbito artístico y el desarrollo cultural del siglo XX». Anteriormente a su creación, se puso en marcha «una academia de dibujo en la Real Sociedad Económica de Amigos del País» que permaneció abierta desde el siglo XVIII hasta el XX, así como «el propio Ayuntamiento abrió otros centros» de la misma índole en esta última fecha, señaló el cronista poco antes de que se iniciase el paseo nocturno. No obstante, ninguno de ellos tenía que ver con el nuevo sistema de «pedagogía libre que fomenta la formación intelectual y la creatividad» de la nueva Escuela donde nació el Indigenismo y que tuvo su primera sede en el número 17 de la calle García Tello.
Una ubicación que conserva una placa conmemorativa que recuerda los orígenes de la edificación ya remodelada, en la que arrancó «la obra casi romántica de Domingo Doreste y Juan Carló», según comentó el profesor de Historia, Cristóbal García del Rosario. Durante su intervención, que comenzó con la lectura de varios párrafos del citado artículo publicado por Fray Lesco, el experto resaltó de sus líneas la idea de la creación de «un centro de carácter popular para enseñar a los canarios con vocación artística a mejorar y desarrollar sus habilidades». Un propósito cuyo éxito residía, en la existencia de buenos profesionales y de alumnos bien dotados en la Isla. En este sentido, el historiador no solo hizo un repaso por los distintos emplazamientos que ha tenido la Escuela que, desde 1957 está ubicada en el edificio donde el Consistorio albergaba las Academias Municipales y que comparte con la Real Sociedad Económica en la plaza que lleva el mismo nombre. García rememoró también a importantes alumnos de la entidad como Jorge Oramas, Plácido Fleitas, Juan Márquez, Juan Jaén, Eduardo Gregorio López, Santiago Santana o Felo Monzón, entre otros. Siendo estos tres últimos directores del centro tras coger el relevo de Carló, que fue el primero, al morir Doreste.
Legado
Precisamente la calle Domingo Doreste ‘Fray Lesco’, esquina con Reyes Católicos, fue la siguiente parada del recorrido donde José Antonio Luján, cronista de Artenara, expuso parte de la biografía del que fuera periodista. Seguidamente, se continuó hacia el número 27 de esta última vía, donde se crió Felo Monzón, cuya trayectoria recordó su hijo Miguel Monzón. Tras ello, los participantes se dirigieron a la entrada del Museo Canario, donde su directora, Angélica Castellano y su bibliotecario, Juan Gómez-Pamo, hablaron sobre el vínculo entre ambas instituciones culturales.
La última parada fue la sede actual del centro en la que el arquitecto José Luis Gago comentó las características del inmueble. Seguidamente, Nardy Barrios volvió a aludir a Los decoradores del mañana, recordando las palabras de su autor que invitaban a «soñar con la ciudad futura». Barrios destacó el consejo de Doreste de «no hacer caso a los hombres prácticos que creen que la creación de la ciudad es una vulgar obra de albañilería, cuando en realidad es una obra de arte». Asimismo recalcó en que los artistas de la Escuela fijaron «la recreación de lo canario en el siglo XX» e invitó a los nuevos artistas a «decir cómo tiene que ser el futuro ordenamiento arquitectónico, plástico y hasta turístico de la ciudad, siguiendo con el legado de la Escuela Luján Pérez».
El encargado de clausurar el paseo fue el actual director de la entidad, Orlando Hernández que hizo entrega del diploma de socio de honor a Laforet, quien manifestó estar muy ilusionado con que «los inútiles con un lápiz y un pincel también tengan cabida en la Escuela».
Fuente; http://www.laprovincia.es/ – Amparo R. Montero