POR MIGUEL CABALLERO, CRONISTA OFICIAL DE LÁCHAR (GRANADA)

El culebrón sobre la llegada del legado García Lorca -compuesto por 5.000 documentos- al centro que se ha construido en Granada y que ha costado al erario público la nada despreciable cantidad de cerca de 27 millones de euros, dura ya varios años

Los obstáculos que ha puesto la sobrina del poeta, la señora García Lorca, para la llegada han convertido el tema en una presunta negociación-chantaje que, a juicio de muchos, se convierte en indignante a tenor principalmente del secretismo de las instituciones implicadas; diputación provincial, Junta de Andalucía, Ministerio de Cultura y, sobre todo y principalmente, el Ayuntamiento de Granada.

Hace unos días, el alcalde de Granada, el señor Cuenca, se ha negado ante el pleno a ofrecer información sobre el asunto a petición de los concejales de la oposición y se ha atrevido a pronosticar que la segunda auditoria, encargada para aclarar las cuentas de la Fundación Lorca -y que aún está en marcha y ha recibido doce cajas de facturas en las últimas semanas de mayo y hace unos días otra gran cantidad no cifrada de facturas- cuadrará las cuentas y que todo el dinero se podrá justificar.

¿Cómo sabe el alcalde de Granada que la auditoria no revela ninguna irregularidad más, si aún no ha habido tiempo material de ver esas facturas?

La primera auditoría de octubre de 2016 no logró el objetivo de cuadrar las mismas. ¿Cómo sabe el señor Cuenca que la segunda no revela ninguna irregularidad más, si aún no ha habido tiempo material de ver esas facturas? Peligroso pronóstico adivinatorio y poco maquiavélico, el del señor Cuenca. ¿O es que este señor sabe más que todos nosotros y se ha contratado una auditoria amiga? Y más existiendo ya una de octubre de 2016 en la que, entre otras cosas, se liquidó la encomienda de gestión a la fundación -consorcio del que es presidente el propio alcalde- en la que se revelaban grandes irregularidades.

¿Por qué el señor Cuenca encarga otra desoyendo las recomendaciones del abogado del Estado, que pidió que se actué contra la Fundación Lorca reclamando el legado por la vía judicial?

Porque en uno de las conclusiones de esta reunión se decía que el consorcio se reservaba las actuaciones administrativas y judiciales contra la fundación. Señor Cuenca, y si esta segunda auditoría no cuadra las cuentas que usted quiere ¿realizará usted una tercera o una cuarta hasta que alguna de ellas cuadre con sus intereses?

Y si ahora, al parecer, según el señor alcalde, cuadran las cuentas y todo está justificado y en regla ¿Por qué la señora García Lorca denunció en junio de 2015 en los juzgados de Madrid al exsecretario de la fundación, Juan Tomas Martín, por apropiación indebida de parte de esos fondos? ¿O es que este señor ha devuelto los millones desaparecidos, que en esa época se cifraban en doce, y no nos hemos enterado ni nos lo han dicho?

Y si todas las cuentas cuadraran al parecer y no falta nada, ¿porque la señora García Lorca no se ha dirigido al juzgado de la plaza de Castilla de Madrid para retirar la denuncia contra su exsecretario? Y otra pregunta; ¿es verdad que el señor Martín falsificó la firma de la señora García Lorca en sendos documentos para llevarse un 4% y posteriormente un 15% de comisión sobre el dinero público destinado a la construcción del centro, según denuncio en su día la señora García Lorca? Si se demuestra que a este señor se le permitió llevarse esas comisiones al margen de su sueldo, el escándalo seria monumental y haría pensar que en lugar de estar en un país moderno estaríamos en una república bananera.

¿Por qué las instituciones que aportan dinero público en este proyecto no han contratado directamente con las constructoras del edificio y han ido haciendo transferencias a la Fundación Lorca en una llamada «encomienda de gestión» para que fuera ella quien pagara?

Todo este asunto se aclararía con un informe pericial grafológico, que determinaría de manera científica si se produjo esa falsificación de la firma. Por tanto, otra pregunta, ¿el abogado de la señora García Lorca o ella misma han aportado algún informe grafológico al juzgado que demuestre tal falsificación? ¿O el señor juez ha solicitado a la señora García Lorca los documentos debitados y los indubitados para poderlos comparar y estudiar? Es sin duda la mejor forma de demostrarlo. Por tanto, queremos saber si la señora García Lorca ha presentado tanto la copia de la denuncia y el informe grafológico o los documentos para justificar los hechos presuntamente delictivos atribuidos a su exsecretario, ante las instituciones que le han encomendado la gestión del dinero público para la construcción del centro.

En declaraciones periodísticas recientes, citando fuentes de la Junta y Ayuntamiento, se ha llegado a afirmar que los cuatro millones prestados por la Caixa a la Fundación fueron para tapar el dinero sustraído por el exsecretario. Por l tanto, ¿el señor Martin se apropió  presuntamente  del dinero? Por favor, señor Cuenca y señora García Lorca pónganse de acuerdo para que los ciudadanos sepamos la verdad. Porque si ahora ustedes justifican que está todo el dinero y que la gestión es correctísima, el señor Martín es inocente y se le ha acusado injustamente de apropiarse del dinero. Al menos tendrá usted, señora García Lorca, que pedirle disculpas.

Personalmente creo que, aplicando la lógica, esto no es normal y es una dejación por parte de las instituciones que no han controlado el dinero público necesario para dicha ejecución. Quizás por ello, esta presunta negociación-chantaje necesita ser rápida, furtiva, subrepticia y secreta para que la ciudadanía y la justicia no tengan tiempo para cuestionarla.

En una segunda entrega, la continuación de lo expuesto con los detalles -principalmente económicos- más jugosos y más indignantes si cabe.