POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
La razón de ser de las fiestas es el descanso, sobre todo. Dios descansó el séptimo día, el domingo, que viene de dies Dominicus, o sea, día del Señor, cuando, eximidos de trabajar, damos gracias a Dios. Conquistas sociales alargaron la fiesta al sábado, luego al viernes por la tarde y a otros días al año, vacaciones aparte. Paralelamente, el sector terciario vio nicho de mercado en las fiestas, aunque ya lo habían descubierto los empresarios de las barracas de feria, tómbolas, churrerías, vendedoras de avellanas, orquestas… En verdad, San Mateo y otras movidas como ésta pretenden atraer gente a la ciudad, crear riqueza en el marco artificial de la alegría y la folixa; te entretengo mientras pagues. ¿Es saludable tanto relajo para la clientela?, eso es lo de menos. ¿Son las fiestas rentables para la ciudad? Si salen los números, habría que plantearse celebrar los domingos desde el mismo lunes.
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