POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Cuando yo era un nenu, bien pequeñin, e iba a la escuela unitaria de San Juan (Duz-Colunga-Asturias) siendo maestra doña Aurora (¡qué buena persona!), jugábamos durante los recreos a muchos de esos juegos infantiles que, unos ya perdidos y otros en vías de extinción por el aquel de «les maquinines cibernético-informátiques», definían nuestro entretenimiento de niños. La «queda», «les cuatro esquines», el «alzo la maya», el «escondite»…
En algunos de esos juegos era preciso que un niño (o niña) quedara en solitario, elección que se hacía por sorteo siguiendo un «ritual» de fórmula que recitaba el «encargado de la selección». Y al que le tocaba, le tocaba apechugar.
En algunos de esos formularios mágicos tenía la manzana singular protagonismo. Por ejemplo.
1.- Color de MANZANA,
ferbolla la pez.
Una, dos y tres.
¡Sálite tu, que te toca la vez!
2.-Unilla, dosilla, tresilla,
Cuartana.
Color de MANZANA.
Da la vuelta a la redonda.
Y el que sale, que se esconda.
3.- MANZANA ASADA, una, dos, tres y nada.
MANZANA PODRIDA, una, dos, tres y salida.
Pues, señoras y señores, ya está aquí el otoño y con él, casi a punto de maduración, la COSECHONA DE MANZANES que, por el aquel de la alternancia o vecería: «año par, mala cosecha ; año impar, cosechona», este 2017 toca superproducción.
Unos, adelantando «les mayaes», hacen sidra «del duernu» con las manzanas ya caídas al suelo («manzanes del sapu»); otros, como no tenemos llagarín, nos conformamos con degustarlas asadas.
¿Que cómo las preparo yo?
Se lo explico:
Con un cuchillo o un sacabocados extraigo el» corazón» de la manzana (en Gijón le dicen «la jaspia») y el hueco lo relleno con un poco de miel y un chorrito de vino oloroso, tipo Málaga o Pedro Ximénez.
Llevo las manzanas a una fuente con un poco de agua… y al microondas a máxima potencia hasta que «rebaben» su pulpa reblandecida, mezclada con la miel espumante.
Lo pueden ver en la foto: es una manzana grande de la variedad reineta francesa (camuesa), muy dulce y aromática.
Una delicia, ¡OIGAN!, UNA DELICIA
Y si ven la foto ampliada a pantalla completa, se asombrarán aún más.