POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Cuando yo explicaba Física – ¡ ya llovió – solía aprovechar circunstancias del momento para redactar textos de problemas a mis alumnos/as. En una ocasión decía así: «El pasado domingo, en el partido del Barcelona, Quini remató un balón a puerta, que fue gol. La masa del balón era de 1,00 kg y su velocidad, en el instante del lanzamiento, 108,00 km/h. Calcula la longitud de onda de la onda asociada a ese balón en dicho instante y compárala con la que tendría un electrón cuya velocidad fuese 5 000,00 km/s. Nota.
Desprecia la corrección relativista de la masa».
Entre quienes resolvieron correctamente el ejercicio hubo uno, hoy catedrático de Física en Madrid, que completó la solución con este comentario: «Debido al carácter ondulatorio-corpuscular del balón, y como consecuencia del Principio de Incertidumbre de Heinsenberg (imposibilidad de conocer simultáneamente la posición y el momento lineal de una partícula), el portero no pudo detener el «quinichupinazo».
Evidentemente, Quini y mi alumno eran -son- de matrícula de honor.
Ayer Quini fue homenajeado en Huerres con el galardón PRIMER ORICIU DE HONOR.
Xuan Xosé Sánchez Vicente y yo tuvimos el honor y el placer, por invitación de la Comisión Organizadora del III Certamen del Oriciu de Huerres, de entregarle ese Premio. Con él Quini, que es símbolo de asturianía, llevará un algo más de nuestro Principado por esas «tierras del mundo». Huerres es un pequeño pueblo dentro de esa «aldea global» que es el mundo; una de sus insignias festívas (el erizo de mar, oriciu, arcín, arancín, alezna…), con Enrique Castro «Quini», «El Brujo», se hizo universal.
¡¡¡ Enhorabuena a todos !!!