LOS REVOLTONES
Dic 10 2017

POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA).

Un revoltón de cortijo adaptado para buhardilla y sala de estar

El diccionario de la Lengua Española, define a los  “Revoltones” como los espacios existentes entre los últimos pisos de los edificios y el tejado; generalmente en poblaciones pequeñas, núcleos rurales y caseríos de la huerta y el campo.

En dicho espacio, donde las vigas del techo están al descubierto, se almacenan enseres de la casa, que  van estorbando, con el fin de que lleguen los momentos propicios para ser utilizados.

Estos «revoltones» qué, en el interior de la huerta murciana también se les denomina «cambras», son pequeños habitáculos o cámaras, donde a veces, apenas puedes estar de pie; al menos junto a los pequeños ventanucos, ya que como los tejados suelen dar a dos aguas, por la parte central si puedes, bajo la lomera del tejado, ya que existe la posibilidad de estar erguido.

En muchas casas o apartamentos se habilitan en dichos espacios para un habitáculo para estudio, incluso, para ubicar una cama mueble o, ambas cosas a la vez. En estos casos se les denomina «buhardillas».

En la huerta murciana se utiliza todavía hoy en día, y se destina para secadero de tabaco y de pimientos rojos y, por supuesto, para la crianza de gusanos de seda.

Además de almacenar «enredos y trastos de la casa», en muchos hogares se utiliza como «palomar». Allí anidan y, desde allí, tras ser anilladas, inician sus vuelos de exhibición, siendo oteadas por los palomistas y recibidas por sus dueños o «voladores» con alegría o enfado; según el éxito de sus vuelos.

En la actualidad, apenas tienen dicha finalidad pero, hasta mediados del siglo XX, eran utilizados estos revoltones, para curar las matanzas familiares de cerdos.

Allí se salaban y se curaban los jamones y paletillas y se colgaban los embutidos de unos ganchos metálicos clavados en las vigas qué, generalmente, solían ser de madera. Se tenía buen cuidado de que no hubiera ratas y, para evitar que no entraran pájaros y malograran las carnes y embutidos de la matanza, se les colocaba unas celosías espesas a las ventanas de la cambra o revoltón también en las buhardillas.

De esa forma se permitía el paso del aire e impedía el de los pájaros y alimañas.

Hoy día, salvo en los pueblos pequeños, caseríos de la huerta y el campo, «los revoltones» son recuerdos de un pasado cercano en el tiempo qué, muchos de  cuantos los conocimos y utilizamos; los seguimos añorando.

Add your Comment

Calendario

noviembre 2024
L M X J V S D
 123
45678910
11121314151617
18192021222324
252627282930  

Archivos

UN PORTAL QUE CONTINÚA ABIERTO A TODO EL MUNDO