ESMORGA RINDE HOMENAJE A JUAN DONAPETRY CAMACHO, «CRONISTA OFICIAL DO ENTERRO»
Casi siglo y medio ha pasado desde la referencia más antigua sobre esa fiesta, Viveiro dijo ayer adiós al carnaval con el Enterro da Sardiña. Sábanas blancas, cánticos típicos y llantos llenaron anoche las calles del casco histórico por donde discurrió la comitiva que después quemó la sardina en la Praza Maior.
Sábanas blancas, turbantes y abalorios son la seña de identidad de la gran juerga con la que Viveiro despide el carnaval. Comenzó a mediodía, en la antigua casa consistorial, con la recepción oficial por parte de la alcaldesa a la Corporación do Antroido y al resto de autoridades civiles, militares y eclesiásticas.
Pasaban las nueve de la noche cuando se levantó la capilla ardiente en la Praciña da Herba y, con las autoridades antroideiras tras la sardina, la siguieron largas filas de viveirenses con sábanas blancas y velas entonando canciones típicas del carnaval local.
Os Charangos puso la música en un desfile por el casco viejo que remató en la Praza Maior, donde la sardina ardió con todos los honores. Todos se consolaron con vino y bollos preñados.
Esmorga rinde homenaje a Juan Donapetry Camacho, «cronista oficial do enterro»
Autoridades civiles, militares y eclesiásticas antroideiras, representadas por los miembros del Grupo Esmorga, rindieron homenaje ayer Juan Donapetry Camacho, fallecido en julio del año pasado y «cronista oficial do enterro da sardiña de Viveiro, ao que contribuíu a engrandecer coa súa presenza e o seu bo humor». A las seis de la tarde descubrieron una placa en su honor en la plaza que lleva el nombre de su abuelo. Viveiro