POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
Este espectacular crucifijo puede verse en la sacristía del templo parroquial, procedente de la ermita-hospital Jesús Nazareno, donde se encontraba a los pies de la imagen de Nuestra Señora de los Dolores.
La presencia del mismo testimonia la vinculación de la localidad de Montijo (Badajoz) con la orden franciscana. Uno de sus hijos, el montijano fray Juan Jesús, guardián en el convento de San Isidro de Loriana, aprobó para el convento de las clarisas del Santo Cristo del Pasmo de Montijo un Vía-Crucis, el 2 de julio de 1766, en virtud del breve ‘Cum tanta sit’ del Papa Benedicto XIV.
La licencia se dio a favor de fray Fernando del Arroyo del Puerco (hoy Arroyo de la Luz), predicador, confesor y comisario visitador, en presencia de la abadesa, madre Micaela de San José. Fray Fernando bendijo las cruces el día 4 de julio y las puso en las manos de la madre abadesa para colgarlas en el lugar asignado para su devoción y consuelo.
El crucifijo que está en la sacristía de San Pedro es de madera con incrustaciones de marfil y nácar, propiedad del que fue guardián de Loriana, fray Juan Jesús. El crucifijo que muestra en sus desperfectos el paso del tiempo, tenía en su base, ya destruida, lugar para la custodia de una reliquia. En su base, cuando lo estudié, tenía una inscripción realizada con tinta de color azul, aunque raspada bárbaramente lo que impedía su lectura completa que decía así:
“Esta Cruz… natural de esta Villa y Religioso en la Provincia de San Gabriel de Descalzos. Morador en el Convento de Loriana. Se colocó con licencia de su Prior, día doce del mes de octubre de 1743”.
Entre los montijanos que siguieron el carisma de San Francisco de Asís destacan: fray Juan Durán, escritor y publicista, ministro provincial en 1705; fray Juan Asensio, definidor provincial en San Gabriel; fray Domingo de San Francisco, sepultado en el altar de la Santísima Trinidad en la parroquia de San Pedro; fray Pedro Durán, lector de Sagrada Teología; fray Gonzalo, fray Jesús, fray Onofre, llegó a Manila en 1696; fray Toribio que misionó en Paglulao y Samar (Filipinas), falleciendo en 1786.
Y ahora, en edad muy avanzada, retirado en una residencia en Sevilla, fray Guillermo Gragera, en la vida civil Celestino Gragera Pinilla, hermano del artesano carpintero Toribio Gragera (Qepd).
BIBLIOGRAFÍA.
ARÉVALO SÁNCHEZ, A.: “Las clarisas de Montijo. Historia del monasterio Santo Cristo del Pasmo”. Cáceres 2007, p. 69.
GARCÍA CIENFUEGOS, M.: “Un crucifijo del convento de Loriana en la ermita de Jesús”. Revista Semana Santa de Montijo, año 1989, p. 59.
NAVARRO DEL CASTILLO, V.: Montijo, apuntes históricos de una villa condal. Cáceres 1974, p. 156.