POR DOMINGO QUIJADA GONZÁLEZ, CRONISTA OFICIAL DE NAVALMORAL DE LA MATA (CÁCERES)
Según la Real Academia Española (1979), “la masonería era una asociación secreta de personas que profesan principios de fraternidad mutua, usan emblemas y signos especiales y se agrupan en entidades llamadas logias” (más detalles en Domingo Quijada, XIV Coloquios).
Centrándonos en España, su máxima expansión se desarrolla con la entrada de Napoleón: se fundan muchas Logias a cargo de militares galos, “afrancesados” y liberales, entre otras, la de Talavera de la Reina (Toledo).
Al contrario que la anglosajona, en España, la Masonería es anticlerical (obsesiva en muchos casos), republicana, defensora de la escuela laica y de las libertades democráticas. Por eso tuvo su máxima expansión en épocas revolucionarias y republicanas
Tras unos arranques vacilantes en los primeros compases de ese siglo XIX, será a partir del Sexenio (1868-1974) cuando haga su aparición en Extremadura y Navalmoral.
Aunque es cierto que la primera logia extremeña –Pax Augusta, de Badajoz– no se funda hasta 1878, en 1890 surge Justicia nº 11, en Navalmoral de la Mata. Lo cierto es que Navalmoral estuvo relacionada con la Masonería con anterioridad a esa fecha, y contó con personajes que se identificaron con las ideas masónicas e influyeron en su gestación y evolución posterior. Veamos a algunos de ellos.
Don Antonio Concha Cano: aunque no consta afiliado en ninguna relación, en todos los manuales de la Masonería se le considera como miembro. Los hermanos González Serrano
Por un lado, don Urbano: entre otras actividades, colaboró asiduamente en el periódico republicano «La Justicia» (curiosamente, nombre de la Logia de Navalmoral).
Con sus hermanos Francisco y Vicente administra el Patronato de la obra de Antonio Concha, desde donde se irradia una gran labor pedagógica en adelante, acorde con los ideales masónicos, pero también una gran influencia política.
Francisco González Serrano, farmacéutico de Navalmoral. Intervino menos en política y en la vida social morala –si exceptuamos su labor como patrono de la Fundación Concha citada–; pero indirectamente lo hará bastante a través sus hijas y yernos: sobre todo de José Giral, acreditado político y masón –Gran Maestre–, de quien era suegro.
Vicente González Serrano, famoso abogado y que fue alcalde de Navalmoral entre 1883 y 1885. Como sus hermanos, también fue patrono de la Fundación Concha (incluso a él se debe, en parte, la construcción de las Escuelas del Rollo de dicha institución). Es el que más pruebas aporta, ya que las rejas de su casa (actual Adm. de Loterías nº 2 son masónicas, al igual que las que encargó para la Fundación Concha. Además, la puerta de la casa que regaló a su hija Felisa (esposa del médico D. León Sánchez, masón también, igual que los amigos que costearon y colocaron la placa), junto a la Plaza Vieja –calle Padilla–, es inconfundible (mostramos imágenes, pues es única).
Los primeros datos oficiales: la Logia “Justicia nº 11” de Navalmoral
Estuvieron ligados al Partido Republicano Federal, que presidían los primos Arenas. Tal vez por instigación de Isidro Villarino del Villar (el de la famosa intentona republicana de 1878, reconocido masón y que los visitaba con frecuencia).
Conocemos los nombres de varios miembros de la misma, así como los de otros posibles o relacionados con ella:
Ángel Arenas Páez: abogado, que nació y murió en Navalmoral en 1893. Antonio Arenas Páez: hermano del anterior, licenciado en Medicina y que ejerció en nuestra localidad desde que terminó la carrera hasta su muerte (también en 1893). Felipe Arenas Rubio, abogado, primo de los anteriores. Presidente del P.R.Federal. Higinio Millanes Blázquez, que en los archivos de la Masonería consta con el apelativo de “Garibaldi”. Herrero. Secretario de la Gran Logia Provincial de Cáceres.
. Más otros cuatro que, aunque vivían en Navalmoral, estaban adscritos a la Logia Castra Xulia de Trujillo: Gonzalo Cabello Pulido, Aurelio Baltar Bravo (Montesinos, maestro de Millanes), su hermana Cándida Baltar y el famoso fotógrafo Hermenegildo Diéguez (padre de Serafín).
El siglo XX
Con la muerte de los Arenas, desaparece la Logia citada. Pero siempre tuvo simpatizantes:
Agustín Marcos Nieto “Amarnie”: aunque no consta en ninguna relación oficial, fue partidario de la Masonería: siendo alcalde, en 1906, instaló el círculo masónico en el frontal del Ayuntamiento, reflejado en varias fotos, y fundó la “Escuela Laica”.
Su primo Francisco Marcos Sánchez, otro gran industrial y cofundador con su primo del Partido Republicano. Tampoco consta como afiliado, pero algunas de sus actuaciones me llaman la atención: llamó a una hija Libertad y a otro Demófilo (sus descendientes llevan, desde entonces, ese apodo; e, incluso, aún los hay que lo usan como nombre… muy utilizados por los masones, que significa “amigo del pueblo”.
Los reconocidos médicos del Hospital Antipalúdico D. Sadí y D. Eliseo de Buen Lozano, hermanos de Demófilo de Buen (Gran Maestre entre 1926 y 1929) e hijos del también masón Don Odón de Buen y del Cos.
El día 21 de noviembre de 1979, la Masonería española queda legalizada e inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones del Ministerio del Interior.
Actualmente, sólo existe una Logia en Cáceres: “Los Fratres”. Pero no hay ningún moralo/a inscrito en la misma (aunque uno solicitó su ingreso hace unos años).