POR RICARDO GUERRA SANCHO CRONISTA OFICIAL DE LA CIUDAD DE ARÉVALO (ÁVILA)
Con la comida de Hermandad de los cofrades de la Vera Cruz de Arévalo se dan por finalizados unos actos que estos días pasados han estado envueltos en las inclemencias del tiempo, frío y con vientos huracanados, pero al mismo tiempo con un calor humano especialmente manifestado en los momentos pasionales.
Algo más flojo en principio, mucho público en la segunda mitad de la semana, idas y venidas aceleradas o ausencia de salidas procesionales, cosas del caprichoso tiempo climatológico.
Comenzó la semana con la primera suspensión, la del Vía Matris y por tanto con un cierto desánimo, aunque la verdad, es el acto menos seguido por los propios cofrades y tampoco por los acompañantes, lo que le confiere un sabor especialmente recogido y bello. Pero no vamos a relatar de nuevo la Semana Santa, que ya se ha hecho, sino a poner de relieve algunos momentos significativos.
Entre tanto, llegó con puntualidad meridiana el amigo de Austin Texas, el señor Jorge Sedeño, desde allá, que ya no puede faltar a la cita arevalense, a la llamada de sus ancestros.
Esperándole estaba cuando una llamada del amigo Javier Pérez, el de “El Arcón” me anunció también su llegada para grabar uno de sus programas de la televisión de Castilla y León, y fue un día de gran ajetreo, ¡como para recuperarse del cansancio acumulado de la semana anterior!, pero todo sea por atender bien y como se merecen sendos amigos. Y así, estuvimos simultaneando cosas y actividades.