POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DEMONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
Por las noches siempre refrescaba, la huerta regulaba la temperatura nocturna veraniega. Aún, así, cuando terminábamos la cena, casi a oscuras, bajo la luz del carburo, desvelados por el calor, nos quedábamos embobados mirando hacia arriba, observando las estrellas.
El éxtasis nos transportaba a una blanca pantalla de cine de verano, en la que jugaban lagartijas y salamanquesas.
El “Emperatriz de verano” proyectaba en eastmancolor ¡Fantomas vuelve! con el genial cómico francés Louis de Fùnes, Jean Marais y la actriz Mylene Demongeot. Cómo se nos fue muriendo cada día pequeños trozos de aquellos cines de verano: Palmera, La Concha, Salón Moderno y Avenida.
Aquella noche de la primera quincena de agosto esperábamos la madrugada. En el firmamento había un espectáculo asegurado, las “Lágrimas de San Lorenzo”, lluvia de estrellas fugaces. Las horas pasan y el sueño empieza a castigarnos. De pronto enchufan una vieja radio, un Askar. Al instante se oye una voz “Aquí Radio España”
Independiente; estación pirenaica, la única emisora española sin censura”. Estábamos en la dictadura, corrían tiempos de negación de las libertades y del bienestar, era cuando pocos se podían comprar un coche.
Tiempos de dolor y emigración. La señora de la huerta, que era muy monárquica, ordena darle más voz: “Anoche dijeron que Franco está al caer y que está don Juan de camino”.
A lo que respondió su marido “Ilusiones de libertad, de restauración monárquica. Baja la radio, que hasta en las huertas, en el campo, escuchan los falangistas y los tricornios, que ahí nada más que hablan Carrillo y La Pasionaria”.