POR FRANCISCO SALA ANIORTECRONISTA OFICIAL DE TORREVIEJA
Combate entre un buque inglés y un submarino alemán
A los pocos días del anterior incidente, en mayo de 1917, el patrón del velero español “San Segundo” comunicó los detalles del combate del combate que presenció frente al cabo de San Antonio entre el submarino “U-45”, de 2.000 toneladas y un vapor ingles armado.
Se tirotearon disparando el submarino 37 cañonazos y el vapor 32. Como el “San Segundo” se encontraba entre los dos fuegos el submarino para evitarle el peligro se adelantó bravamente hacia su enemigo. El combate duró cuarenta y cinco minutos, hundiéndose el vapor inglés suyos tripulantes siguieron disparando hasta desaparecer junto al barco.
El patrón del barco español añadió que presenció frente a Ibiza otros hundimientos y que el día 13 de mayo vio hundir a otros dos veleros.
El 18 de mayo entró en el Grao de Castellón el pailebote “San Segundo”, cuyos tripulantes fueron testigos de varios torpedeamientos frente a Denia. El patrón de ese buque, Antonio Quesada, hizo la narración siguiente:
“Salimos de Torrevieja con mar tranquilo y viento favorable durante los primeros días de navegación; pero en la tarde del 13, a la altura del cabo San Antonio, calmó el viento y quedamos parados a 12 millas de la costa y envueltos en densa neblina. A media noche oí el ruido de un motor y, aunque muy borrosamente, divisé un submarino a la distancia de unos dos cables del `San Segundo´.
Al poco rato detuvo el sumergible a dos barcos de vela: Uno inglés, y portugués el otro. Sin duda, colocaron bombas a bordo, porque de pronto se elevaron unas llamaradas muy intensas.
Pasamos una noche muy intranquila, y al amanecer del día 14 vimos el submarino a 60 metros de nosotros. Era de 2.000 toneladas aproximadamente y estaba pintado de gris. Muy lejos se distinguían dos botes, que navegaban hacia tierra. A las nueve aparecía un barco inglés. Lo acechó el submarino detrás del `San Segundo´, y cuando temíamos que atacase al amparo nuestro, salió al encuentro del buque y se entabló un terrible combate. De popa al enemigo, le hizo 37 disparos el barco inglés, mientras que los alemanes no pasaron de 32.
Fue una encarnizada lucha, en la que no desmayaron los ingleses ni trató el submarino de ponerse al abrigo nuestro, aunque estaban tan cerca que los estampidos ocasionaban fuertes sacudidas al pailebote, desde el que veíamos perfectamente a los alemanes, todos muy jóvenes. También distinguíamos la cifre `U-45´. Disparaba con un cañón de grueso calibre, situado sobre cubierta, y llevaba l el submarino un aparato de radiotelegrafía. Todos los tripulantes del submarino se cubrían el rostro con una gasa semejante a la usada por los automovilistas. Por fin el barco el barco inglés quedó envuelto en llamas, y una espesa nube, que cubrió aquella parte del mar, nos impidió ver lo restante.”
El extraño caso del falucho “San Rafael”
Durante la contienda europea sucedieron algunos casos que causaron la asombro no sólo en Torrevieja sino también en alicante como es la siguiente hitoria
¿Relacionados con la guerra? No lo sabemos con certeza, pero auguramos que sí. Tasl es el caso del “San Rafael”.
El falucho “San Rafael” desapareció del puerto de Alicante, fue robado a finales de mayo de 1917. Llegando en la noche del día siguiente a Torrevieja, estando tripulado solamente por un hombre joven, contrahecho y malcarado. Reunía todas las condiciones apetecibles para un personaje de folletín truculento. Nadie le había visto en Torrevieja jamás. En cambio el falucho era allí conocidísimo por haber estado largo tiempo anclado en las aguas de la bahía torrevejense.
En Torrevieja no se dio importancia a la llegada de la barca. El tripulante saltó a tierra, se adentró en la villa y… ya nadie volvió a saber de él.
A los dos días la corriente arrastró a la embarcación hacia unas piedras. Entonces fue cuando el vecindario se dio cuenta de que el falucho se hallaba abandonado.
¿Quién fue aquel tripulante que se la llevó del puerto de Alicante a la bahía de Torrevieja? El silencio que se trató de hacer del caso por parte de las autoridades de Marina puso de evidencia la seguridad de la dársena alicantina y la facilidad con que se podía hacer desaparecer una embarcación. El silencio que se trató de hacer alrededor de este suceso fue bien significativo, como también lo era que aquella embarcación llegara a Torrevieja con un solo tripulante, cuando su dotación, para poder navegar en condiciones de relativa seguridad la debían de componer tres individuos, por lo menos.
Se aseguró que el mismo día que llegó el “San Rafael” estuvo en Torrevieja una persona desconocida, muy interesada en saber que comerciantes se dedicaban al negocio de grasas, aceites y bencina, desapareciendo al día siguiente sin dejar rastro. Lo mismo que el tripulante del falucho.
Convoys
En el mes de julio de 1917, el escritor César Carreras describe el paso de convoys de guerra frente al pueblo de Torrevieja:
“La luna, una luna estrecha como una pincelada roja, rielaba en el mar su pálida luz, en la que bailaban aquí y allá puntitos de granate. Lenta y silenciosa cruzaba allá a lo lejos la fúnebre procesión de unos vapores de silueta negros y luces apagadas, que oteaban el submarino…”.
Echado a pique el vapor francés “Ville de Verdun”
A comienzos de febrero de 1918, frente a Guardamar fue echado a pique el vapor francés “Ville Verdun”, que hacía su travesía de Marsella a Argelia. A Torrevieja llegaron dos botes con sus tripulantes.
El alcalde de Torrevieja, Rafael Sala García, telegrafió oficialmente el 6 de febrero diciendo que habían llegado a aquella villa algunos náufragos, esperando que llegaran más y creyendo que el capitán del buque había quedado prisionero.
(Continuará)
Fuente: Semanario VISTA ALEGRE. Torrevieja, 31 de agosto de 2013