«EN AGOSTO LOS AGRICULTORES SE CONVIERTAN EN ARTESANOS Y EN LOS PATIOS DE LAS CASAS SE PREPARAN LOS CESTOS DE FRUTAS PARA DAR OFRENDA A LA PATRONA», EXPLICA JOSÉ FERNANDO DÍAZ MEDINA, CRONISTA OFICIAL DE ICOD DE LOS VINOS (TRENERIFE)
El santo de los novios es San Antonio, pero en Icod de los Vinos las mujeres casaderas van a Santa Bárbara. Los tradicionales cestos y bollos de este barrio icodense son una ofrenda de agradecimiento por la buena cosecha, pero a la vez un rito de cambio de etapa de las jóvenes, que se presentan ya preparadas para casarse.
Si hay un pueblo en Canarias rico en tradiciones ese es Icod de los Vinos. Una de esas tradiciones que se pierde en el tiempo es la de llevar bollos a los santos patrones de los pueblos. La bisabuela de Obdulia de León, que tiene 75 años, ya le contaba que las muchachas en edad casadera llevaban figuritas de maicena y azúcar a Santa Bárbara y ella asegura que era «una tradición en casi todas las fiestas, en El Amparo, en Buen Paso, en la Vega…, pero en Santa Bárbara es dónde se ha mantenido más a rajatabla». Obdulia lleva 43 años elaborando esas figuritas que luego las jóvenes se cargan a la cabeza y caminan kilómetros para ofrecérselas a la virgen que, con suerte, les devuelve «el sacrificio» concediéndoles un novio.
Doña Obdulia, como la conocen en Icod de los Vinos, aprendió a hacer los alfeñiques -las figuritas- de su madre y ésta de sus tías y ahora son sus hijas las que siguen la tradición. «Tengo seis hijas, pero principalmente Natalia, Rita y Lírio son las que hacen los bollos; yo ya voy diciéndoles cómo hacerlo y viendo cómo quedan», cuenta ya nerviosa porque, aunque lleva media vida viendo salir a las 12 proveedoras -tantas como letras tiene el nombre de Santa Bárbara-, que son las muchachas casaderas, cargadas con los bollos y las figuritas de múltiples formas de su casa, cada último sábado de agosto, «a las tres de la tarde», siempre es «muy emocionante y muy bonito verlas con sus cestos cargados de bollos y adornados con cintas de colores».
En los años cuarenta del siglo pasado, cuando esta tradición se enraizó en Santa Bárbara eran las monjas de clausura de Garachico las que hacían los alfeñiques y fue una chica de Icod de los Vinos la que los llevaba a la virgen, luego, recuerda doña Obdulia, las figuritas se las encargaron a las monjas Catalinas de La Laguna y ya eran 12 las jóvenes que las cargaban. Y desde hace 43 años es ella quien hace los bolos, las figuritas y adorna los cestos con flores de celofán y cintas de colores.
Los bollos que hacen las hijas de doña Obdulia se complementan con los cestos que elaboran la mayoría de las familias de Santa Bárbara. Y es la romería ofrenda de los Cestos y Bollos el número principal de los festejos.
«En agosto los agricultores se conviertan en artesanos y en los patios de las casas se preparan los cestos de frutas para dar ofrenda a la patrona», explica José Fernando Díaz Medina, cronista oficial de Icod de los Vinos. A diferencia de los bollos, que sólo se hacen en casa de doña Obdulia, los cestos los hacen las familias y cada una mantiene una técnica diferenciada que, en esencia, consiste en un armazón de cestería del que cuelgan numerosas piezas de frutas, verduras y hortalizas, ornamentado con rosarios de papas y otros productos agrícolas.
Cuando mañana concluya el paseo romero, en la puerta de la iglesia, los Cestos y Bollos se colgarán de un gran pórtico de madera y ramas de monte .
A Santa Bárbara se le agradece así la cosecha del año, se le pide por la próxima y las chicas del pueblo le piden un buen marido. Y acabada la fiesta los alfeñiques, espichados en una caña, se regalan a los asistentes.
Fuente: http://www.canarias7.es/ – Rosa Rodríguez