POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)
Así publica el periódico ‘La Verdad de Murcia’ del día 18 de enero de 1953, escrito por el sacerdote, José Muñoz Martínez, que fue párroco de Ulea y Villanueva y ahora lo era de Algezares. El artículo dice así:
‘Por haber ejercido durante varios años en las parroquias de Ulea y Ojós y, a temporadas, en Villanueva de Segura, salgo al paso de un artículo del Sr. López Jiménez sobre el hallazgo de la palabra Asuete, como antiguo nombre de Villanueva del Río Segura.
El artículo firmado por José Crisanto López Jiménez y por D. Alfonso Palazón Brugarolas, lamentando el extravío de Archivos Municipales completos y de libros históricos.
Pues bien, como han estado bajo mi custodia durante bastante tiempo, conozco a fondo el libro del testimonio del pleito que, por espacio de 21 años, tuvo en jaque a los pueblos de Ulea y Villanueva, quedando la primacía de nuestra parroquia (por tener pila bautismal y santos óleos).
Las iglesias de Ulea, Abarán, Ricote, Ojós y Blanca, eran mezquitas hasta el año 1505 en que fueron convertidas, por el Papa Julio II, en iglesias parroquiales, a instancias del rey Fernando ‘El Católico’. Este libro es copia del que existía en el Archivo de Uclés (Cuenca), en el apartado referente a los documentos del Valle de Ricote.
Dice López Jiménez, en el periódico ‘Línea’ del día 18 de diciembre de 1952 lo siguiente: “El Ayuntamiento de Villanueva de Segura ha conservado cuatro libros capitulares, manifestación de sus actividades públicas y políticas”. Más adelante añade: “Tal es la cultura y sentimientos de la simpática Villa, guardadora de sus tesoros morales, que hoy, por uno de sus legajos, me es posible aportar al Seminario de Estudios Murcianos, de la Universidad, una investigación que soluciona el significado de un nombre en el Valle de Ricote, del que tengo referencias e interesa averiguar. El nombre a que se refiere es Asuete, antiguo nombre de Villanueva de Segura.
Elogia muy justamente, López Jiménez, al pueblo de Villanueva por haber conservado sus archivos, por su espíritu inquebrantable y la honradez de sus habitantes, como el Sr. Brugarolas vitupera la incuria de los que no los guardaron, o permitieron la destrucción de tan ricos tesoros históricos.
Prosigue el párroco, Muñoz Martínez, diciendo no tener interés en polemizar con el competente investigador, Sr. López Jiménez, ni hacer menosprecio de los habitantes de Villanueva, que han sido feligreses míos y con quienes me une una verdadera amistad. Si quiero, en honor a la verdad, aclarar un punto importante sobre el tema. El libro o legajo en donde el López Jiménez ha encontrado Asuete, no ha sido guardado, precisamente, por Villanueva sino por Ulea, en cuyo archivo parroquial se conservó hasta los primeros días del conflicto nacional, en el que algunos “iletrados” arrojaron a las llamas, tesoros inmensos de sabiduría y documentos de incalculable valor histórico, recopilados por la iglesia de Ulea y guardados en el transcurso de los siglos en la oscuridad de los archivos parroquiales.
Cuando la sinrazón se apoderó de la ciudadanía, este libro fue arrojado, tras ser violentamente arrancado de su archivo, a la vía pública, para ser destruido, junto a otros de gran valor. Sin embargo Damián Abellán Herrera, hoy secretario del Ayuntamiento, conocedor de la importancia, y utilidad, de este libro, tuvo el acierto y oportunidad de separarlo de los demás y, gracias a él, hoy podemos leer en sus páginas esos datos tan interesantes como los reseñados por el Sr. López Jiménez quien sufrió un error en su información, en referencia a quien guardó o conservó dicho libro; situación que era preciso esclarecer. Por lo tanto, a Damián Abellán Herrera, secretario del Ayuntamiento de Ulea corresponde el honor de haber conservado este documento, tan valioso para la historia de estos pueblos ribereños ¡A cada señor, su honor!