POR MIGUEL GALLEGO ZAPATA, CRONISTA OFICIAL DE LA VILLA DE SAN JAVIER (MURCIA)

Cuando en las sobremesas de los Congresos de Cronistas les decía a mis contertulios que el Presidente de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia Don Ramón Luis  Valcárcel Siso, era hijo del Cronista Oficial de la Ciudad de Murcia Don Carlos  Valcárcel Maior, leía en sus caras el asombro y mostraban su complacencia, pues no se daba otro caso en toda España.

Fui un gran admirador de su padre pues cuando en Murcia no se publicaban  periódicos los lunes, yo compraba la Hoja del Lunes para leer sus magníficos artículos ya  que en ellos se aprendía a conocer y querer a Murcia.

En estos momentos en los que Don Ramón Luis Valcárcel después de 19 años en el cargo, lo deja para ir en las listas de las Elecciones Europeas, me viene aquello a  la memoria, pues estoy seguro que todo el amor a Murcia que bebió en su casa, las  familias de los cronistas son verdaderas escuelas desde donde emanan lecciones de  amor a sus pueblos, los llevará con orgullo allá donde fuere y recordará siempre a la  Murcia de sus entrañas.

Mi nieto le decía en una ocasión al entonces Alcalde de Puerto Lumbreras que  los Cronistas somos una familia, le doy la razón a mi nieto, pero, digo más, somos una gran familia.

Pero quiero decirle a Don Ramón Luis, cuando se nos ha ido de la Presidencia de todos los murcianos, y para que quede constancia, la gratitud de las cien mil personas que podemos hacer uso, yo diría más bien disfrutar, del Hospital Universitario Los Arcos del Mar Menor, construido en unos bancales de la Torre Octavio en la Pedanía de Pozo Aledo en San Javier, que, si durante sus diecinueve años solo hubiera hecho este Hospital, lo digo porque lo he utilizado en varias ocasiones y puedo dar fe de su grandiosidad, merecería se le erigiera un monumento …me dicen que el de Santa Lucía en Cartagena es aún mejor.

Aunque todo sea, yo ya poco lo utilizaré, pero pienso en los millares de personas de mi entorno que recibirán allí las atenciones que en algún momento de sus vidas puedan necesitar, que son muchas y muy buenas. Gracias, muchas gracias…